• En las relaciones de México y EU se debe recobrar los principios de la política exterior, agregó la presidenta de la Mesa Directiva

• Estados Unidos se ha convertido en el hogar de diez millones de mexicanos: Senadora Silvia Hernández

• Construyamos un nuevo derecho que norme todos los aspectos de nuestra vecindad, diputado Emilio Chuayffet

Valle de Bravo. Edo. de México. Al inaugurar la XLV Reunión Interparlamentaria México-Estados Unidos, ambas delegaciones se pronunciaron por buscar soluciones conjuntas al problema migratorio y de seguridad fronteriza, además de que se manifestaron por la construcción de un nuevo marco legal que norme todos los aspectos de la relación bilateral.

La diputada Marcela Gonzáles Salas, presidenta de la Mesa Directiva de la Cámara de Diputados, dijo que es importante conciliar las condiciones geopolíticas y geoeconómicas de la vecindad, con la independencia de la política exterior mexicana y el respeto sin condiciones a nuestros connacionales.

Consideró que para el buen desempeño de las relaciones entre México y Estados Unidos, es necesario recobrar la centralidad de los principios de política exterior como un sistema de derecho que tiene por finalidad la paz, la justicia, la libertad y el progreso económico, social y cultural para todos los pueblos por igual.

Señaló que actualmente la diplomacia parlamentaria de México está llamada a desempeñar una política exterior que incluya a la ciudadanía y sea representativa de la pluralidad política del país. “Es tarea del Congreso mexicano construir una definición en materia internacional que sea reflejo del diálogo con sus representados”, apuntó.

En tanto, la senadora Silvia Hernández Enríquez (PRI) copresidenta de la delegación de México destacó que para nuestro país, Estados Unidos ya no es solamente su vecino y socio comercial, “lo que ya es mucho decir”, se ha convertido, dijo, en el hogar de diez millones de mexicanos.

Aseguró que la migración no se detendrá por decreto, ni con una barda ni con un muro y frente a este fenómeno humano, los legisladores tienen el reto, primero, de reconocerlo, identificar su racionalidad y los medios para ordenarlo.

La legisladora priísta afirmó también que la vía policiaca no es la solución para detener el flujo migratorio.

“La Patrulla Fronteriza ha apostado 37 mil efectivos en la frontera y más de 20 mil agentes públicos de diversas corporaciones cumplen tareas en la frontera del lado mexicano, más de 60 mil agentes públicos en total, que si se alinearan podrían formar una cadena con un hombre cada 50 metros y aún así, se estima que cruzan ilegalmente más de mil personas al día”, refirió.

Dijo que la migración es un fenómeno estructural que crea, cuando es ilegal, una serie de problemas a los que se debe poner atención y ejemplificó que mientras en Estados Unidos genera costos por atención en hospitales y escuelas, además de otras medidas, sobre todo después del drama del 11 de septiembre, del lado mexicano crea un terreno fértil para la explotación, el engaño y la venta cruel de cruces peligrosos que tantas veces terminan en muerte y drama.

Subrayó que en ambos lados, “la proliferación del redituable negocio de la falsificación de documentos, así como una mezcla maligna del contrabando de drogas y dinero, exigen sin dilación la reimplantación del Estado de Derecho”.

Concluyó que en México, después de mucho debate, Congreso, gobierno y sociedad, han aceptado que también son nuestras responsabilidades, que se requieren compromisos claros ante la seguridad fronteriza, el combate decidido al crimen y a las bandas; hacer una revisión crítica de nuestras leyes y la relación con nuestros vecinos del sur y eso es algo en lo que públicamente han coincidido los cinco candidatos presidenciales.

En su intervención el diputado Emilio Chuayffet Chemor, presidente de la Delegación Mexicana, admitió que hace muchos años la realidad de nuestras complejas relaciones ha dejado atrás la legalidad que las rige.

Agregó que ningún espacio mejor que esta interparlamentaria y de las siguientes, para propiciar “la construcción de un nuevo derecho, de allá y de aquí, que norme todos los aspectos de nuestra vecindad”.

Señaló que la corresponsabilidad es fundamental para alcanzar esa meta; ninguno de los temas de la agenda puede ser considerado sin vincularlo a otro, como tampoco podemos dejar de sentirnos corresponsables por cada uno de ellos.

Manifestó que con la ley en la mano, modernizándola para que abarque la realidad, de manera corresponsable y buscando siempre las coincidencias, nuestra amistad dará mayor certeza y sentido a nuestras relaciones y en ese sentido perdurará.

En la inauguración del evento, el gobernador del estado de México, Enrique Peña Nieto, hizo votos porque el diálogo en este foro interparlamentario fructifique en nuevas fórmulas y mecanismos para fortalecer la relación de las dos naciones.

Dijo que en el horizonte que plantea el nuevo milenio, Estados Unidos y México tienen la posibilidad histórica de fortalecer una relación productiva. Hoy en el inicio de los trabajos se advierte un espíritu constructivo, una voluntad compartida para aprovechar los retos del contexto global.

Los trabajos, refirió, incluyen temas complejos y delicados, de trascendencia para la relación bilateral como es el futuro de las relaciones entre ambos países y el de la migración, en este tema, indicó, nos interesa que se reconozca y valore la contribución de los trabajadores mexicanos a la economía estadounidense.

Por su parte, el legislador Jim Kolbe, presidente de la delegación de Estados Unidos, dijo que es esencial que los líderes de ambas naciones no permitan que la Reunión Interparlamentaria se convierta en un debate en el que todos nos estemos señalando, culpando y lancemos retóricas.

Agregó que esta reunión se debe convertir en una verdadera deliberación para encontrar soluciones prácticas, pragmáticas y reales a fin de que se pueda regularizar la corriente migratoria hacia Estados Unidos “y así terminar con la muerte trágica de hombres, mujeres y niños que se registran en la frontera, particularmente en el desierto de Arizona.

Hizo mención al Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) el cual, a 12 años de su firma ha sido mal entendido en los dos países y la gente no lo aprecia en su justa dimensión, “pero la verdad sencilla es que ha sido un éxito económico, político y cultural”.

Agregó que en la primera década del TLCAN el comercio entre los tres países socios se ha duplicado a más de 600 mil millones de dólares y la inversión directa también en México se ha cuadruplicado, lo que genera miles de empleos.

Este acuerdo, concluyó, fortaleció la relación entre México y Estados Unidos y ha permitido mejorar la cooperación en áreas como la seguridad fronteriza, la guerra contra el narcotráfico, la migración y la política energética.