La Comisión de Participación Ciudadana de la Cámara de Diputados, en coordinación con la facultad de Derecho de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el Consejo de Egresados de Posgrado en Derecho A.C. y Cruzada Democrática, realizaron un homenaje póstumo al doctor Ignacio Burgoa Orihuela por su trayectoria como emérito constitucionalista.

El presidente de la Comisión, diputado Jaime Moreno Garavilla (Convergencia), recordó que Ignacio Burgoa Orihuela fue el más destacado constitucionalista del siglo XX, hombre orientador de la política pública nacional, polémico, pero con argumentos, e intelectual orgánico de la sociedad mexicana que siempre estará presente cuando se invoque a la Carta magna.

“Estará presente en los textos y escritos de amparo, en las garantías del gobernado, en la cátedra, en la conferencia magistral, en sus libros, en la entrevista y en la defensa de las causas justas, en el discurso ceremonial, en la historia, la patria y la universal, en la filosofía, en la reflexión aristotélico-tomista, en el amor a México y en la facultad”, dijo el legislador.

Efectuado en el salón Legisladores de la República, en el homenaje póstumo estuvieron presentes familiares, amigos y alumnos del doctor Burgoa Orihuela para recordarlo como el maestro emérito; el jurista; el promotor del amparo mexicano y defensor de la justicia; el amigo; el padre, el abuelo y el humanista.

Al respecto, el doctor Fernando Serrano Migallón, director de la Facultad de Derecho de la UNAM, dijo que Burgoa Orihuela nació en 1918, casi con la Constitución Federal y siempre orgulloso de su origen y de su filiación universitaria, fue uno de los productos más acabados de la educación universitaria.

“Con él sucede un fenómeno de excepción dentro de la educación superior en México; podemos afirmar que no existe un sólo abogado en nuestro país que de algún modo no se haya formado bajo las enseñanzas de Burgoa a través de la cátedra, de sus libros y los cientos de artículos y conferencias con los que animó y guió el debate jurídico nacional durante muchas decenas”, mencionó.

En tanto, el doctor Alberto Fabián Mondragón Pedrero, señaló que el homenajeado presentó el amparo de forma muy sencilla, con un valor de establecer el control de la Constitución en beneficio del gobernado cuando surgía un acto irregular de la autoridad.

La maestra Rosa Alba Torre Espinosa, destacó que Burgoa Orihuela fue incansable buscador y defensor de la verdad y construyó con las deslumbrantes luces de su entendimiento “una obra jurídica, fecunda y humana”, sin más ánimo de constituirse en un factor que contribuyera al progreso del saber humano y al avance de la ciencia jurídica, además de favorecer al establecimiento de un orden social más noble, seguro y justo.

La vida y la obra del doctor Burgoa son ahora un invaluable patrimonio jurídico y cultural de la historia, capital incalculable de valores humanos. Referente y referencia inevitable al hablar de Constitución; de amparo, de justicia y dignidad no sólo para los estudiosos del derecho sino para los que aspiren alcanzar la expresión más acabadamente humana de si mismos.

Ignacio Burgoa Llano, hijo del emérito y constitucionalista, habló del padre y del abuelo. Recordó algunos pasajes en familia y señaló que su padre fue sin duda, uno de los mejores constitucionalistas del siglo XX y de principios del XXI.

“El concepto de familia, no en términos jurídicos sino en términos de amor, contribuyeron determinantemente en la formación de su propia personalidad”, subrayó.