En México las enfermedades mentales afectan alrededor de 15 millones de personas mayores de 15 años de edad, abarcando este sector el 75 por ciento de estos casos, siendo la depresión uno de los problemas psicológicos-psiquiátricos más frecuentes.

Los enfermos mentales son relegados, discriminados y como el costo del tratamiento es muy alto en muchas ocasiones la aplicación de éste no se da, así lo señaló el diputado José Ángel Córdova Villalobos, durante el foro La Atención de la Salud Mental en los Estados Unidos Mexicanos.

El también presidente de la Comisión de Salud destacó que los enfermos mentales ya no pueden ser recluidos a un hospital, en donde las posibilidades de recuperación son muy bajas, más que en estados de crisis y que relegarlos o meterlos a una cárcel trae consigo el empeoramiento de su enfermedad, o bien una dependencia permanente de medicamentos.

Mencionó que es importante la participación de la sociedad civil y particularmente de la familia, porque el objetivo en el tratamiento de una enfermedad mental, es que se reintegre a la sociedad a la cual pertenece con todas sus capacidades.

Indicó que es necesario construir un nuevo modelo en el tratamiento de los enfermos psiquiátricos, a través de la participación plural de la sociedad y gobierno federal.

Apuntó: “Al enfermo mental se le insulta con llamarle loco, no todos los enfermos mentales tienen problemas de locura, los desjustes mentales van desde la depresión, que es la más frecuente y que todos hemos padecido, algunos con más tiempo, y esto no tiene que ver con la locura”.

Córdova Villalobos dijo que una gente depresiva tiene trastorno mental y necesita atención, pero de ninguna manera está loco, sino necesita apoyo, psicoterapias y medicamentos.

Resaltó que esta enfermedad se da principalmente por eventos familiares o personales, y que hay gente que vive con depresión, principalmente aquellos que tienen dependencia alcohólica.

Manifestó que los medicamentos de uso psiquiátrico son de los más caros en el mercado, y es ahí donde se necesita impulsar el uso de genéricos intercambiables para tener costos accesibles y que no haya una discriminación del tratamiento.

En su intervención, la doctora María Elena Medina Mora, investigadora del Instituto Politécnico Nacional, dijo que en uno de cada cuatro hogares mexicanos existe algún miembro que sufre alguna enfermedad mental, y que los más susceptibles son aquellos que emigran a los Estados Unidos y regresan al país.

Subrayó que sólo el 17 por ciento de estos enfermos a nivel nacional reciben algún tratamiento, ya que el acceso a éstos es escaso y el costo es grande, siendo el sexo masculino quien sufre más.

A su vez, la doctora Graciella Cámara, integrante de VOZ Pro Salud Mental (OSC) expresó que se deben generar empleos a favor de aquellos enfermos para que se hagan cargo de su propia solvencia. Añadió que es indispensable crear una reforma fiscal en las empresas privadas para que éstas donen.

En su oportunidad, Rogelio Gallegos Cázares, en representación de la Secretaría de Salud, manifestó que actualmente el sector salud tiene escasez de personal para atender a este sector, y que en ocasiones los tres hospitales que se ubican en el Distrito Federal, registran sobrepoblación, principalmente del Estado de México.

Finalmente, María José Carrasco, directora de Apoyo Multicultural de NAMI (Nations Voice on Mental Illnes) sostuvo que una las manifestaciones más severas de estos padecimientos son los suicidios, de los cuales, de acuerdo a la Organización Mundial de la Salud, un millón lo hacen y de 10 a 20 millones lo intentan.