• Pablo Gómez (PRD), Cuauhtémoc Frías (PRI) y el senador Javier Corral a favor de modernizar el trabajo legislativo

Para garantizar un Poder Legislativo fuerte y representativo de la sociedad es indispensable, entre otras cosas, fortalecer la vida constitucional de las Comisiones y así destrabar la imagen negativa que la ciudadanía tiene de los legisladores, informó el diputado Francisco Cuauhtémoc Frías Castro (PRI), Presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, en su participación en el Ciclo de Mesas de Discusión: El Congreso a debate.

En el evento, organizado por la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias y el Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, Frías Castro se refirió a la mala imagen de la sociedad respecto a la actuación del Congreso.

A este respecto, adujo que el Poder Legislativo no es percibido como una organismo útil; “ello significa que quienes formamos parte de esta Asamblea debemos hacer un gran esfuerzo para modificar esa percepción y lograr ser una institución eficaz que produzca beneficios”, resaltó.

Hizo un llamado a derrotar el inmovilismo legislativo al reiterar que es “verdaderamente escandaloso” la falta de quórum al interior de las sesiones de las Comisiones, pues la falta de proyectos de iniciativas o dictámenes, derivado por la ausencia de personal necesario que deban éstas tener, propicia “la congeladora” y que el trabajo parlamentario se rezague.

De igual manera, el Presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales lamentó el número excesivo de iniciativas presentadas, así como la falta de calidad en su elaboración. Por ello, dijo, se requieren nuevos mecanismos para su dictaminación.

Durante el marco de la discusión sobre una posible reforma del Congreso, el Senador Javier Corral Jurado (PAN) habló respecto a la posibilidad de atender una reforma del Congreso que suponga mayor transparencia, que reorganice su funcionamiento y dote de mayores facultades a las Comisiones y tenga como reto eliminar la “congeladora de iniciativas”.

Explicó que el alcance de la modernización en el Poder Legislativo dependerá del grado de modificación de las normas constitucionales. El senador panista consideró la necesidad de incorporar “nuestros trabajos, de ambas comisiones de Puntos Constitucionales, para constituir un espacio de referente obligado para dictaminar estos temas. Hay que lograr el trabajo entre cámaras y evitar duplicidades, no sólo de consulta sino de la misma revisión”, añadió.

Asimismo, planteó la necesidad “fundamental” de concederle al Congreso de la Unión: “Al Senado y a la Cámara de Diputados” su intervención en la aprobación de los instrumentos internacionales; “que sea tarea común de ambas cámaras”, y también, que la cámara revisora pueda intervenir en materia presupuestal.

Detalló que para consolidar una verdadera reforma del Congreso, se requieren modificar los artículos 65 y 66 constitucionales a efecto de hacer una ordenación más equilibrada a los Periodos Ordinarios de Sesiones, “por lo que se ampliaría el Segundo Periodo Ordinario del año Legislativo, que sería del 1° de marzo al 15 de Junio”.

Advirtió que es importante tener equilibrio entre los espacios de receso para obligar a la dictaminación de los asuntos e incorporar un mecanismo más ágil de trabajo. “Simplemente se trata de hacer un ordenamiento equilibrado, porque termina diciembre cuando ya en febrero las cámaras vuelven a estar reunidas”, precisó.

Al hacer uso de la voz, el diputado Pablo Gómez Álvarez (PRD), Presidente de la Junta de Coordinación Política precisó una de las facultades del Congreso, en materia legislativa, es aprobar y desaprobar, pero señaló que el diálogo entre cámaras “está casi interrumpido”, pues dijo, hay “aproximadamente 100 minutas sin dictaminar en ambos órganos”.

Por ello, sostuvo, debemos hacer valer el precepto constitucional que no permite la cancelación del proceso legislativo intercamaral.

Los participantes de evento consideraron que no existen vías ágiles para que los legisladores se comuniquen con los integrantes del Poder Ejecutivo e indicaron que se requiere de mecanismos que propicien mayor comunicación personal entre legisladores y funcionarios, así como un mejor flujo de información de las áreas técnicas del Gobierno hacia los centros de decisión legislativa.

Pablo Gómez finalizó con su negativa a que en el Senado de la República se apruebe el Presupuesto de Egresos de la Federación, pues consideró que “sería el relajo de cada año”, aunque sí avaló que está de acuerdo en fortalecer aún más las facultades de ambas cámaras donde la de Diputados tenga injerencia en la ratificación de tratados internacionales a los que México se suscriba.