• El 70% de las empresas que se crean anualmente “no viven más allá de 12 meses”, agregó el diputado.
• Los mexicanos no pueden aspirar a concluir estudios más allá de secundaria: Axel Didriksson

En el sexenio del presidente Vicente Fox, es un consenso de todos, se estancó la economía, no hay crecimiento; se han privilegiado algunos factores que tienen que ver con la macroeconomía, pero también hay grandes dificultades para salvar u operar políticas que puedan generar bienestar social.

Así lo estableció el diputado Francisco Javier Saucedo Pérez (PRD), presidente de la Comisión de Fomento Cooperativo y Economía Social de la Cámara de Diputados, al participar en el foro Fomento cooperativo: alternativas para una economía solidaria, del ciclo Legislando la Agenda Social, organizado por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública.

En ese sentido, el legislador comentó que se vislumbran dos consecuencias fundamentales del modelo implementado por el último gobierno. “Primero, ha generado el estancamiento en la economía; no hay crecimiento; dos, un efecto pernicioso, no hay generación de empleos legales”.

Puntualizó que de la población económicamente activa la mitad se dedica al comercio informal, que se traduce en subempleo. “Otro dato de la Secretaría de Economía afirma que el 70 por ciento de las micros, pequeñas y medianas empresas creadas anualmente no sobrepasan los 12 meses de vida”.

Saucedo Pérez dijo que en fechas pasadas el Premio Nobel en Economía de 2001, Joseph E. Stiglitz, señaló que existe un alejamiento crítico del modelo económico implementado por el Fondo Monetario Internacional del Banco Mundial en América Latina. “México debería acercarse al modelo de China e India para la búsqueda de un desarrollo económico propio”.

Explicó que no hay por qué tenerle miedo al tema, sin llegar a posturas de carácter ideológico. “Sí son de izquierda o derecha, pienso que está más allá de eso; tiene que ver con la posibilidad de que el país tenga un futuro y que tengamos la capacidad de valorar, de hacer un balance objetivo, de lo que ha sido el desarrollo de los últimos gobiernos respecto a la implementación de éste”.

“El sector cooperativo mexicano puede incidir de manera positiva en la generación de empleos, con la característica de formar empresas de carácter social. Además, pugnar porque el Estado asuma su responsabilidad frente a este sector de la economía social, que puede convertirse en un factor de desarrollo”, expresó el legislador.

El legislativo tiene que promover una reforma que garantice la autonomía e independencia del sector cooperativo así como el pleno ejercicio de la democracia y la integración cooperativa.

En su oportunidad, Carola Conde Bonfil, del Centro de Estudios Socioespaciales y de Políticas Públicas del Colegio Mexiquense declaró que no hay instrumentos acordes a las características de la población mexicana. “El sistema financiero ha discriminado totalmente este sector y el cooperativo resultó la opción más cercana a sus necesidades”.

La exclusión desde el punto de vista geográfico, acotó, es la ingeniería financiera, el diseño de los productos y finalmente, que es más grave, la rentabilidad: existen pocos instrumentos para captar ahorro popular que al final resultan en pérdidas reales en poder adquisitivo.

“Es necesario crear instituciones cerca de los ahorradores, pues el 70 por ciento de los municipios mexicanos no cuentan con sucursales bancarias o sociedades cooperativas”, finalizó.

Otro tema crucial: la educación en México

Los mexicanos no pueden aspirar a concluir estudios más allá de la secundaria, ya que no existe una relación entre el último grado de primaria con el primero de secundaria y de éste con el primero de bachillerato, lo que forma un cuello de la botella.

Dos de cada 100 tienen la fortuna de entrar a la Universidad y sólo uno de cada 100 logra egresar de este nivel, aseguró Axel Didriksson Takayanagui, director del Centro de Estudios sobre la Universidad, durante el Foro organizado por el Centro de Estudios Sociales y Opinión Pública (CESOP) y la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos de la Cámara de Diputados.

Durante la inauguración del foro, el diputado Salvador Martínez Della Roca (PRD), presidente de la Comisión, habló sobre la necesidad de una reforma educativa que garantice la educación a todos de los ciudadanos.

Martínez Della Roca afirmó que el trabajo que tienen todos los legisladores y la propia Comisión es la reforma al Sistema Educativo y valora la manera en cómo se enseña y se aprende.

En este sentido, Didriksson Takayanagui precisó que en el último informe de la UNESCO, se presenta un gran interés en estudiar las desigualdades en materia de educación, el ejemplo más evidente es el de México, donde existe una tendencia a reproducir políticas de desigualdad.

El director del Centro de Estudios sobre la Universidad espera que dentro de los próximos 30 años se mejore la calidad del Sistema Educativo, con esto se podría plantear uno más eficiente y crear sociedades de conocimiento.

Advierte que si no existe una normatividad para un nuevo sistema educativo, socialmente, el escenario será conservador, además de que el país tendrá un retraso mayor en cuestión de tecnología.

En México el principal problema se centra en la educación secundaria, donde existe el mayor número de deserción y reprobados, la solución no será la Reforma Integral a la Educación Secundaria, sino una redefinición del Sistema Educativo, advirtió Didriksson Takayanagui.

Otro de los problemas es el financiamiento: se necesita de una legislación que permita dotar de recursos económicos crecientes a la educación.

Por su parte, el doctor Rafael Quiroz Estrada, del Centro de Investigación y Estudios Avanzados del IPN, ponente de la mesa de trabajo: Políticas actuales del sistema educativo mexicano, y con el tema Reforma Integral a la Educación Secundaria, aseguró que desde el gobierno de Ernesto Zedillo se implementó la necesidad de reformar al educación secundaria.

Destacó que el principal reto a la que se enfrenta la Secretaría de Educación Pública es mejorar la calidad de la enseñanza, además de que debe existir una congruencia entre los tiempos de enseñanza y la elaboración de los libros.

En cuestión de material didáctico, no existe correspondencia con los programas de estudio y los mismos libros, en muchos de los casos, es la principal fuente de investigación por parte de los profesores.

Otra de las dificultades de la educación es la contratación de los profesores, la mayoría tienen un título profesional en derecho, biólogos o ingenieros y su fuente de trabajo es la prestación de servicios en las secundarias, lo cual genera la urgencia para reformar la licenciatura en Educación Secundaria, afirmó Quiroz Estrada.