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• Crear un consejo de política exterior, propone Cortés Jiménez (PAN)

• Al autorizar una gira, ésta debe aportar beneficios al país: Aguilar Iñárritu (PRI)

• No hay una estrategia de política exterior, sino “ocurrencias del Ejecutivo”: García Ochoa (PRD)

Diputados integrantes de la Comisión de Relaciones Exteriores coincidieron en que no existen criterios establecidos formalmente para autorizar un viaje presidencial, por lo que exigieron que cada solicitud de permiso que presente el Ejecutivo debe contener objetivos acordes con la política exterior y aportar un beneficio al país.

Al ser entrevistado, el diputado Rodrigo Iván Cortés Jiménez (PAN) se pronunció por crear un consejo de política exterior mexicana en el que participen los legisladores y modificar el marco legal, a fin de que no sea necesaria la autorización del Congreso para que el Presidente se ausente del país.

Afirmó que no se trata de excluir al Legislativo, sino de propiciar que el permiso sea automático en ciertas actividades internacionales, y mantener la participación del Congreso en cuestiones como la suscripción de tratados internacionales.

En ese sentido, dijo que es necesario pasar a un contexto mejor de la ley que haga esto más práctico, ya que México es uno de los pocos países donde el Presidente tiene que pedir permiso para ausentarse del territorio, y “andar con la cuestión de los permisos no siempre es lo más práctico”.

Propuso que si se trata de viajes cortos y dentro de un marco legal, donde sea evidente que se abordarán asuntos de Estado, se elimine “tanta burocracia y, toda vez que el Congreso no tiene facultad de dirigir la política exterior, hagamos un marco legal mucho más práctico y congruente, que implique que en automático pudiera asistir a las reuniones cumbres”, abundó.

Por su parte, el diputado del PRD, Juan José García Ochoa, coincidió en que la autorización de cada viaje depende de la situación, sin embargo, consideró que no hay criterios por parte del Ejecutivo, sino “muchas ocurrencias, no hay una línea, ni una estrategia de posicionamiento en el mundo, en reuniones bilaterales, participación en cumbres, ahí como se le va ocurriendo a Fox o al canciller”.

Son extraños los criterios que utiliza el Presidente, dijo, da muestra de una política errática, y aunque estimó que los viajes presidenciales no son innecesarios, pues es importante que México se haga presente en el mundo, sí habría que decidir su pertinencia.

Informó que en seis años el Presidente Fox ha viajado 16 veces a América del Norte; siete a Centroamérica; nueve a Sudamérica; 21 a Europa; seis a Asia y una ocasión a África, independientemente de las 23 cumbres en las que ha participado.

Manifestó que su presencia en la toma de protesta de Costa Rica, donde recientemente hubo una elección muy cerrada, cuyo debate era su acuerdo comercial con Estados Unidos. “Parece que tiene la intencionalidad política de fortalecer en la opinión pública centroamericana las bondades del acuerdo comercial con EUA”, enfatizó.

Aseveró que ello constituye “un empujón, un aval, una legitimación, porque en Centroamérica, específicamente en Costa Rica, México tiene gran influencia en la opinión pública y lo que diga nuestro Presidente incide mucho, porque nos ven como el hermano mayor de la región”.

Sin embargo, añadió, Fox tiene asuntos pendientes aquí, como el tema de los sindicatos y del diálogo político interno. “Todos estamos confrontados, hay spots atacándonos unos a otros y francamente aquí hace falta un Presidente. ¿Qué tiene que hacer en Costa Rica promoviendo su ideología de libre comercio, ayudándole a Estados Unidos, en vez de dedicarse a gobernar este país?”, subrayó.

Cuestionó el interés del Ejecutivo por los gobiernos de Centroamérica, ya que no ha visitado Guatemala, Nicaragua o El Salvador, con quienes existe gran cantidad de temas a tratar y reiteró la propuesta de que el Presidente envíe una o dos veces al año un paquete completo de viajes. “Nos lo pasan prácticamente una semana antes de la salida y eso hace muy difícil tomar decisiones”, enfatizó.

El diputado José Alberto Aguilar Iñárritu (PRI) explicó que para autorizar un viaje al Presidente, se deben considerar los beneficios que aportará al país y que cubra los criterios de política exterior que se han definido y estén en concordancia con el Senado y la Cámara de Diputados.

Explicó que los parámetros para autorizar una gira presidencial básicamente vienen establecidos en cada petición que el Ejecutivo hace y se analiza en función de cada uno de esos temas.

“Hay una serie de criterios amplios y generales de lo que en consenso los grupos consideran útil para este país, pero en cada caso necesita verse algo en específico; hay criterios, pero la petición de cada salida establece su objetivo”, agregó.

Dijo que la asistencia del mandatario mexicano a las ceremonias de cambio de poderes en otros países es un acto protocolario, de amistad con las naciones que lo invitan, “constituye el principio de una relación que se espera duradera y productiva para ambos pueblos, contribuye a la imagen del país en el exterior y refrenda las relaciones entre los Estados”.