• Se efectuó el seminario Reforma energética: lecciones para el caso mexicano

En México, los energéticos necesitan de una empresa pública moderna y con reformas en su régimen de gobierno, sobre todo con incentivos correctos que le den competitividad, desempeño, mayor organización, autonomía y libertad en la toma de sus decisiones, afirmó el diputado Manuel Enrique Ovalle Araiza (PAN), presidente de la Comisión de Energía.

Durante el seminario, Reforma energética: lecciones para el caso mexicano, el legislador dijo que el problema no es la producción, sino el procesamiento, petroquímica y gas, que es donde existe déficit.

Resaltó que se producen cerca de tres millones 400 mil barriles diarios, exportando la mitad. Añadió que se tiene reservas probadas para 11 o 14 años, por lo que se necesita más inversión y modernizar a Pemex.

En su oportunidad, la diputada Carla Rochín Nieto (PAN) planteó que no se necesita privatizar, sino aplicar el modelo de Inglaterra, donde lo que se genera es para todos; gana la Corona porque el petróleo sigue siendo de ella, hay mayores regalías y se obtiene mayor participación de la sociedad tanto en la producción como en la venta.

Estableció que se debe buscar conciencia en los legisladores de lo positivo que sería para el país que no se vendiera el petróleo, porque seguiría siendo de los mexicanos y para ellos, pero sobre todo de la necesidad de avanzar como lo han hecho países ya desarrollados y en desarrollo, al imitar propuestas como las de Noruega e Inglaterra.

Rochín Nieto subrayó que en esta materia México aún se encuentra en pañales, ello “porque no nos queremos dar cuenta de lo necesario que es crecer en este sector y la importancia que se deriva de ello”.

Señaló que en México se invierte en gasto público el 60 por ciento de lo que es la venta del petróleo, quedando sólo el 40 por ciento es para mantenimiento, exploración, producción y diversificación del producto. Añadió que a pesar de que es muy difícil cuantificar cuánto petróleo se tiene, o en su caso determinar años de producción, éste se contempla para veinte años.

Refirió que la infraestructura del petróleo en México está muy mal, a pesar de que al año se explotan 25 pozos en aguas profundas, lo que comparado con otros países es nada. Dijo que lo que se busca es el crecimiento, aunque digan que se va a vender el petróleo; agregó que se puede crecer sin privatización.

En cuanto a la nacionalización de la industria energética en Bolivia, el diputado Ovalle Araiza indicó que es una decisión delicada porque pone en riesgo la seguridad jurídica del negocio de hidrocarburos y en tela de juicio cualquier otro comercio donde exista inversión extranjera en aquella nación.

Sostuvo que “es un ejemplo vivo de una decisión arriesgada, de la cuál habrá de verse cuáles son los resultados para ese país”. Agregó que se va a convertir en un referente para el mundo.

En tanto, la diputada Carla Rochín Nieto resaltó que este acontecimiento es para los habitantes de ese país una fiesta, pero lo peor vendrá cuando en unos años se den cuenta que no tienen la capacidad para producir, que no sepan qué hacer con el petróleo que estén sacando, con el recurso que en un principio debía ser para todos los habitantes.

Aclaró que no se sabe aún lo que va a suceder con las inversiones y con el convenio que se tiene con Bolivia en lo que es gas natural, puesto que no es más que una medida de populismo que de momento tiene felices a todos y que con los años los recursos para el gasto público no va a tener la capacidad para explotar ese petróleo y el gas natural.