• Analizar la incompatibilidad parlamentaria con otras actividades proponen especialistas

La vida política ha tenido cambios importantes en el presente sexenio; los tres poderes se modificaron a la realidad actual, señaló el presidente de la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, Iván García Solís (PRD), dentro de la mesa de discusión Transparencia y rendición de cuentas a la sociedad.

Dentro de este ciclo, el perredista afirmó que existen reformas urgentes al marco jurídico del Congreso. “Algunas se hicieron, fueron mínimas, otras están pendientes; una de ellas es el Reglamento de la Cámara de Diputados, la cual casi fue aprobada y, es probable, de existir un periodo extraordinario, que salga”, destacó.

Ante ello, García Solís estableció que la reunión donde se trataría dicho reglamento con el Senado no se pudo continuar debido a la discusión que se presentó sobre la Ley de Radio y Televisión, que acaparó toda la atención. “Eso impidió que la conferencia culminara; hay posibilidades de continuar con este trabajo hasta el último día de la legislatura”.

Sobre el tema de debate el diputado precisó que la incompatibilidad elemental de la función legislativa respecto del Ejecutivo se dio por una lucha social que propició cambios. “Fueron por darle al país un rostro distinto, donde existiera la división de los tres poderes, que hasta la fecha no hay a cabalidad”.

En su oportunidad, Cecilia Mora Donatto, integrante del departamento jurídico de la UNAM, reconoció que México está en el proceso de aprender a dialogar sobre cualquier tema. “El Congreso es un objeto de debate muy pertinente en este tiempo electoral”.

Dijo que a través de las distintas legislaturas se han formulado iniciativas con la intención de reformar el poder legislativo. “Ninguna de ellas, por desgracia, ha logrado concretarse”.
Mora Donatto externó que los representantes públicos deben serlo de tiempo completo. “No queremos legisladores de martes y jueves o de medio tiempo; queremos que piensen, que trabajen y actúen. Para eso se necesita un Congreso profesional que rinda cuentas”.

También se debe crear un servicio profesional de apoyo, refirió, un equipo técnico que sirva a los legisladores para presentar iniciativas razonadas, no razonables, iniciativas bien fundamentadas, estudiadas.

“Además, este cuerpo de apoyo técnico les va a servir a las comisiones, que es donde se realiza el trabajo parlamentario. Los dictámenes deben estar suficientemente estudiados y ése será el trabajo del grupo”, enfatizó Mora Donatto.

La especialista añadió que la trasparencia está asociada a la claridad, por lo que el Congreso tiene que acostumbrarse a rendir cuentas a sus electores y no sólo para reelegirse, porque eso no da una verdadera profesionalización.

En su intervención, el integrante del departamento jurídico de la UNAM Jaime Cárdenas Gracia aclaró que no sólo se trata de analizar el funcionamiento ordinario del Congreso, sino proponer cambios que permitan que los legisladores cumplan con la función constitucional para la que fueron elegidos.

“La finalidad es analizar la incompatibilidad parlamentaria, que cuando está bien regulada evita que el legislador atienda ocupaciones en la Federación o en los estados; es decir, que tenga dos trabajos dentro de la función pública”, puntualizó.

Cárdenas Gracia subrayó que también existe la instancia de inelegibilidad, que son impedimentos para favorecer la igualdad de oportunidades entre candidatos a una elección. “Un Secretario de Estado no puede ser legislador, a menos que renuncie con un plazo anteriormente establecido al día de la elección”.

Manifestó que en México hay diversificación interpretativa acerca de los requisitos positivos para ser elegible. “El propio Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación en algunas de sus sentencias ha confundido la inelegibilidad con la incapacidad; no hay criterios claros”, finalizó.