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Las crisis sociales en México son reflejo de los conflictos de las instituciones y su representatividad; también denotan la poca credibilidad que la sociedad tiene hacia el Congreso, sobre todo cuando se legisla en términos de conveniencia e intereses partidarios, en omisión de los problemas nacionales, afirmó el diputado Teófilo Manuel García Corpus (PRI).

El presidente de la Comisión de la Reforma Agraria dijo que esta situación demerita a las instituciones, al Congreso, debilita la democracia, ahuyenta al electorado en épocas de elección y pone en riesgo la armonía y la estabilidad nacional.

Destacó que el ciudadano común ya no cree en las instituciones cuando se entera de actos bochornosos como lo sucedido con la Ley Agraria, “donde los propios legisladores violan su reglamento y la ley que le da origen, y es cuando se preguntan, qué no harán con las leyes que tienen que ver con la sociedad”, añadió.

Subrayó que si no se hubiera regresado el dictamen a la Comisión, esta Ley significaría un avance importante en cuanto a la orientación social de la justicia agraria y de la democratización de los ejidos y comunidades, así como la protección del agua y bosques de las poblaciones indígenas.

García Corpus enfatizó que la Ley favorecía el procedimiento agrario, que sigue siendo uno de los grandes reclamos de los campesinos, puesto que el juicio agrario es demasiado prolongado y tortuoso. Además de que se le otorgaban nuevas atribuciones a los tribunales unitarios agrarios, que hasta hoy nadie los toma en cuenta.

El diputado priísta expresó que se olvidó el compromiso de legisladores con los ejidatarios y los comuneros, así como una mayor conciencia de lo que implicaba esta ley para el campo.

“Me parece que el Legislativo actúo más por consigna política de intereses de grupos financieramente fuertes que hicieron imposible el paso de esta ley”, agregó.

Refirió que la misma Confederación Nacional Campesina, con 60 diputados, tomaron el acuerdo de que no pasara sin ningún argumento y ningún planteamiento de modificación, “simplemente regresarla porque ellos no la elaboraron y esperaban a la nueva legislatura para que retome el documento ya concluido”.

Abundó que el Legislativo se equivocó, al creer que se trataba de privatizar el ejido y la comunidad. Dijo: “Es algo que debemos de revisar de manera puntual, para hacer conciencia de la democracia que se vive y del fortalecimiento de los partidos, así como la dignificación de la política”.