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• Intensificar el cabildeo legislativo, la única defensa: Juan José García Ochoa

Con la aprobación de la reforma migratoria por parte del Senado de los Estados Unidos, la próxima administración federal de México debe intensificar el trabajo de cabildeo con los congresistas de aquel país y garantizar los derechos de los connacionales, porque tres millones de familias pueden ser perjudicadas.

El diputado Juan José García Ochoa (PRD), integrante de la Comisión de Relaciones Exteriores, afirmó que la herencia que se deja a la próxima administración radica en continuar los trabajos de reuniones con legisladores de Estados Unidos, porque “es la única vía de defensa”.

García Ochoa explicó que es primordial que el próximo jefe del Ejecutivo Federal mantenga contacto y relación con Washington, en la que busque construir redes de apoyo en la sociedad civil norteamericana, “que es lo que le faltó a este gobierno; ahí hay mucha gente que apoya a los indocumentados: organismos no gubernamentales, la iglesia católica, medios de comunicación.

“Con ellos se deben hacer alianzas y contactos, de tal manera que se vaya generando una opinión pública favorable a la migración, cada vez mayor en Estados Unidos”, dijo.

“Calculo que alrededor de tres millones de familias puedan ser perjudicadas con esta ley, y México no está en condiciones de recibir tal cantidad de connacionales”, advirtió, y criticó que el gobierno no ha generado empleos, propiciando la salida de 2 millones de personas en este sexenio.

El senado de los Estados Unidos aprobó el proyecto de ley que agrupa medidas para fortalecer el control fronterizo con un plan que podría representar una oportunidad de obtener la ciudadanía estadounidense para los indocumentados, cuyo número se estima entre 11 y 12 millones. La iniciativa da la oportunidad a los migrantes, que han estado en ese país más de cinco años, de ajustar su status legal sin salir del país.

En este sentido, Juan José García Ochoa expresó su inquietud de que la reforma sea positiva. “Es difícil hablar de un avance, pero qué bueno por los que van a tener papales; sin embargo, quienes no los obtengan quedarán en peores condiciones, en una situación de vulnerabilidad tremenda.

Los mexicanos que no tienen oportunidades aquí y busquen un trabajo en Estados Unidos, enfrentarán un panorama difícil: militarización de la frontera, la triple valla; si lograran llegar allá, sus derechos se verán disminuidos y su estadía será angustiante, consideró.

Con la militarización de la frontera el riesgo de cruzar aumenta; hay mucho mayor peligro de muerte y violaciones a derechos humanos, porque los encargados de la vigilancia tienen autorización de disparar en defensa propia, advirtió García Ochoa.

Señaló que otra desventaja de esta reforma migratoria es que aparentemente da una salida para quienes tienen más de cinco años trabajando y pagando impuestos en Estados Unidos, pero tienen que demostrarlo, o de lo contrario pueden ser deportados.

“Esta reforma deja fuera a los que tienen menos de cinco años, o sea, todos los que salieron del país durante el gobierno del presidente Vicente Fox son lo que se encuentran en la situación más vulnerable”, concluyó el diputado perredista.