• En el ciclo “El Congreso a Debate”, demandan una interacción permanente, aceitada y fluida

Diputados, senadores, académicos y escritores, al participar en el ciclo “El Congreso a Debate”, organizado por la Cámara de Diputados, se pronunciaron porque se adecue el modelo de interacción entre los Poderes Legislativo y Ejecutivo, para que exista una relación permanente, aceitada y fluida y se eviten Controversias Constitucionales.

El periodista Miguel Ángel Granados Chapa, advirtió que “la legislación estaba hecha para no regir, había en paralelo o por encima de lo escrito, reglas implícitas, cambiantes, dependientes de las relaciones de poder y de la capacidad del Ejecutivo Federal, lo cual ya no funciona y debe modificarse”.

Dijo que el actual Congreso de la Unión “nació” en 1997, cuando cesó en el ámbito parlamentario el desempeño del partido hegemónico, lo cual lo fortaleció y “como corresponde a los adolescentes, esta nueva fuerza y sensación de poder se manifiesta con torpeza, cuesta trabajo acostumbrarse a la propia dimensión, y eso le ha venido ocurriendo al Congreso mexicano”.

Señaló que el comportamiento del Presidente Vicente Fox, particularmente en el caso de la designación de los comisionados de la Cofetel y el del Congreso ante el veto, muestra la necesidad de una relación permanente, aceitada y fluida entre el Ejecutivo y el Legislativo, para lo cual hace falta un canal de comunicación permanente entre los dos poderes.

En su momento, el diputado Iván García Solís (PRD), presidente de la Comisión de Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, reconoció que falta capacidad política y romper los diques institucionales y constitucionales que impiden el tránsito fluido a mejores relaciones entre el Ejecutivo y Legislativo, así como formular una nueva Constitución Política, pues la actual está vencida,

Añadió que se necesita una Constitución de consenso, sin demeritar la de 1917, porque constituyó banderas de lucha, algunas todavía forman parte del ideario nacional, así como una ruta distinta que lleve a una nueva relación entre poderes.

Precisó que el fortalecimiento del Legislativo implica el robustecimiento de las comisiones de investigación que estuvieron dormidas y a pesar de que tienen un curso mayor no han alcanzado el éxito que se quiere.

En tanto, el senador Juan José Rodríguez Prats (PAN), subrayó que el Congreso de la Unión no está en crisis, “está apenas asumiendo su verdadero papel, ahora sí está cumpliendo con su función de control, pero tiene que esmerarse para desempeñar eficientemente su función legislativa”.

Añadió que ninguna democracia puede funcionar sin Congreso; la tarea consiste en mejorarlo, a través de una reforma integral para eficientar el trabajo legislativo y una cultura parlamentaria para el debate.

Indicó que la Cámara de Diputados, con 500 legisladores, no es una asamblea en la que se pueda deliberar con sensatez, pues no debería exceder de 150 representantes populares.

Consideró que el Senado, dada su conformación, no refleja proporcionalmente las fuerzas partidistas y ha sido el muro más consistente para retener las reformas que México requiere. En este sentido, propuso un sistema unicamaral.

Mencionó que la falla fundamental del Congreso mexicano es que la oposición no está para oponerse, sino para exigir al partido en el poder que cumpla sus propuestas de campaña y se sujete a su plataforma electoral con la que obtuvo el apoyo de los electores.

En su oportunidad, Roberto Moreno Espinosa, académico de la UNAM, señaló que para entender las relaciones entre el Ejecutivo y el Legislativo es necesario profesionalizar la política y la administración, por lo que señaló que el Congreso debe transformar sus cuadros de apoyo y tener más cuidado en cómo reclutan a sus cuadros a sus representantes, para que realmente dispongan de los perfiles más adecuados.

También consideró que es necesaria la reelección de legisladores; se pronunció por debatir los elementos fundamentales en términos de revocación y desarrollar metodologías de evaluación del desempeño en el ámbito del legislativo.

Asimismo, señaló que en el proceso de construcción de la ciudadanía, en México se han dado algunos pasos, pero es una labor conjunta del legislativo con las instituciones, dependencias y entidades educativas para elevar el nivel de ciudadanía, porque de ello dependerá la fortaleza del Congreso.

Además, dijo que se requiere impulsar centros de investigación que profundicen el análisis para saber qué se puede incorporar al modelo mexicano.