·Continúa el diplomado Gestión Integral de la Función Pública en México: Profesionalización y Transparencia

El papel de los diputados es funcionar como la línea de transmisión entre el Estado y la sociedad para garantizar una auténtica participación ciudadana, señaló César Valenzuela Espinoza, subsecretario de Desarrollo Administrativo del estado de Sinaloa.

Además, agregó, hay que generar interlocutores por parte del Poder Ejecutivo que atiendan a la ciudadanía y no sólo relegar esa responsabilidad a los gobiernos locales.

Durante su participación en el diplomado Gestión Integral de la Función Pública en México: Profesionalización y Transparencia, el también economista afirmó que los diputados de mayoría tienen una obligación con su distrito: deben conocerlo, entender e interpretar lo que la gente quiere.

“Los electores tienen una opinión y no la expresan cada tres o seis años; hay que consultarlos en temas trascendentales para ellos porque son una sociedad madura que necesita un medio de expresión”.

Aseguró que para tener mejores servicios y políticas públicas que estén a la altura de las necesidades, lo más conveniente es que la propia ciudadanía participe en la formulación, diseño, implantación y evaluación de éstas.

Señaló que es obligación del gobierno federal abrir los cauces de la participación ciudadana, más allá de lo que son los programas sociales.

“El Plan Nacional de Desarrollo ha dado mucha importancia a la participación social, y dada la trascendencia que ha tenido en México en todos estos años, debe haber una relación más abierta y clara, que incluya: mecanismos electrónicos, módulos de recepción de opiniones, quejas y atención”, apuntó.

Valenzuela Espinoza sugirió que los gobiernos tengan una ventanilla en cada dependencia para captar las inquietudes de la ciudadanía, “una especie de área de quejas y denuncias, el gobierno federal no debe tenerle miedo a este recurso”, expresó.

El subsecretario añadió que en la actualidad el gobierno ha reducido su capacidad directiva que se va depositando en la ciudadanía, un ejemplo es el Instituto Federal Electoral (IFE), que nació como una expresión por parte de la gente.

Los gobernantes toman sus decisiones y realizan sus proyectos a partir de las necesidades y peticiones del pueblo; la participación ciudadana obliga a que los gobiernos adquieran la calidad solicitada por el ciudadano;“estamos en una época que implica ser más eficientes con servicios de calidad”, concluyó