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Los secretarios de Economía, Sergio García de Alba y Zepeda; de Agricultura, Francisco Mayorga Castañeda; el Director General de Liconsa, Juan Francisco Mora Anaya, y el Presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Motta, comparecerán ante el Congreso de la Unión a fin de que informen y expliquen sobre la problemática de los productores lecheros.

La petición, presentada por el diputado Cruz López Aguilar (PRI), presidente de la Comisión de Agricultura y Ganadería señala que los funcionarios federales acudirán antes del 31 de agosto ante la Comisión Permanente, debido a la crisis que impera en el sector.

El origen de la crisis es la importaciónes de leche en polvo y de fórmulas y preparaciones alimenticias. Los más perjudicados son los medianos y pequeños productores nacionales de leche, porque no pueden competir con productos de importación cuyo precio está altamente subsidiado, lo que ocasiona depreciación a través de diferenciales de demanda.

Durante 2005 México importó sólidos de leche por un equivalente al 90 por ciento de la producción nacional y como consecuencia se generaron excedentes para 2006.

Lo anterior sucedió porque el Gobierno Federal autorizó fuera de las disposiciones del artículo sexto transitorio de la Ley de Ingresos de la Federación para 2005, importaciones de leche en polvo aproximado a 267.8 millones de litros.

Con esto queda plenamente justificado implementar el Programa de Compra de Excedentes de Leche establecido en el propio artículo sexto transitorio, hasta por 250 millones de litros, cuestión que no se ha llevado a cabo.

La sobre importación de leche de acuerdo con el Tratado de Libre Comercio de América del Norte, TLCAN, y la Organización Mundial de Comercio se les debió de haber aplicado un arancel que en un inicio fue del 139 por ciento, con la consigna de que anualmente se iría disminuyendo hasta llegar a la tasa del cero por ciento en el año 2008.

A la fecha el arancel a los sobrecupos no se ha aplicado a las importaciones fuera de cupo y durante 2005 debieron haber tenido un arancel del 34.5 por ciento. Se estima que en el año pasado no se cobraron aranceles por 232.5 millones de pesos y que los sobrecupos generaron indebidamente una sobre-oferta por 267.8 millones de litros de leche.

A pesar de que la apertura comercial, México no cuenta con las correspondientes Normas Oficiales Mexicanas para quesos, yougurts, mantequillas, bebidas lácteas y demás productos derivados de la leche; por esta razón, la industria nacional importa y utiliza muchos deshechos lácteos para la elaboración de productos que no cuentan con las propiedades alimenticias mínimas.

Las fórmulas y preparaciones alimenticias son residuos y deshechos provenientes del proceso de la leche en su país de origen, y en la mayoría de los países estos productos solamente se utilizan para la elaboración de alimento de animales y no para producir alimentos para consumo humano, como se hace en México.

Una de las quejas de los productores es que la Procuraduría Federal del Consumidor, Profeco, no vigila la Norma Oficial Mexicana de etiquetado y se venden productos que el consumidor ignora lo que contienen.

Las autoridades correspondientes deben asegurarse que ante cualquier evidencia de subsidios a la exportación se cobren los correspondientes aranceles compensatorios. Es por ello que el sector lechero se encuentran en una grave crisis debido a que la industria no les quiere comprar su producto, o si lo compra les paga a precio muy bajo.