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Boletín N°. 3272 Pemex y CFE enfrentarían riesgos en el mediano plazo sin la reforma energética, advierten diputados del PRI, PAN y PRD

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• Hubo avances en la LIX Legislatura

Diputados del PRI, PAN y PRD coincidieron que de no concretarse en la LX Legislatura una reforma energética integral, las paraestatales Pemex y Comisión Federal de Electricidad, así como la economía nacional y el desarrollo se colapsarían en el mediano plazo.

El diputado de Acción Nacional, Jorge Luis Hinojosa Moreno, señaló que aunque en esta legislatura hubo avances, particularmente en el estudio y análisis de la problemática, los acuerdos no lograron afianzarse porque las negociaciones fueron rebasadas por los tiempos electorales.

“En esta legislatura todos los grupos parlamentarios estábamos de acuerdo en la reforma, sabíamos de la necesidad para modernizar la infraestructura petrolera y de energía eléctrica; estábamos plenamente convencidos, pero vinieron los meses electorales y todo se detuvo”, indicó.

Advirtió que de no haber una reforma energética en los próximos años, implicaría que Pemex se viera en problemas serios, sobre todo, porque las reservas probadas de petróleo están casi agotadas y no se tendrán recursos para invertir en tecnología y proyectos productivos.

“Al no tener suficientes reservas, los precios para los consumidores estarán fuera de proporción mundial, la industria se colapsaría y se pondría en riesgo el desarrollo nacional, además de que la economía sigue dependiendo en un 30 por ciento de los ingresos petroleros”, dijo.

Hinojosa Moreno insistió que la reforma es sumamente importante para fortalecer a Pemex a fin de que pueda reducir los precios tanto de las gasolinas, el diesel, combustoleos y gas natural, lo que beneficiaría a los consumidores.

Ello, agregó, obligaría, en consecuencia, a bajar los costos de la energía eléctrica, pues la CFE es el principal consumidor de energéticos derivados del petróleo.

“Creo que una parálisis de inmediato no la habría, pero sí vamos tendientes hacia ese escenario si no logramos concretar una reforma energética. Estamos en un momento crucial, en un parteaguas, donde podemos seguir creciendo o bien enfilarnos a una parálisis”, subrayó.

Aseguró que en las iniciativas analizadas en la presente legislatura no se intentaba privatizar al sector energético, sino de la participación de la iniciativa privada en cuestiones de petroquímica secundaria, en la cogeneración de energía eléctrica en puntos estratégicos y claves para el país, pero sin que intervengan en la rectoría del Estado.

A su vez, el diputado del PRI, José Adolfo Murat Macías, reconoció que una reforma importante pendiente es la energética y desafortunadamente la oposición a ésta dificulta el avance para que otras reformas estructurales sean avaladas.

Indicó que aunque hubo voluntad por parte de la bancada del PAN, el PRI estuvo dividido y no logró un acuerdo, además de que el PRD definitivamente se opuso a la mayoría de las propuestas.

“Desafortunadamente cuando se empezó a generar un acuerdo entre las tres bancadas nos comió el tiempo y se presentaron los comicios federales”, dijo.

Reconoció que esta reforma estructural es necesaria para hacer al país más competitivo en materia energética, lograr que las tarifas bajen y las empresas se vean beneficiadas para generar mayor productividad y empleos, al igual que los consumidores obtengan costos menores en las gasolinas, diesel, gas y electricidad.

El diputado priista destacó que las reformas alcanzadas en producción secundaria son un primer paso, y sea cual sea el próximo presidente, tendrá que trabajar muy fuerte para lograr los consensos en el Congreso para alcanzar una verdadera reforma energética integral.

“La segunda generación de reformas estructurales que necesita el país para ser competitivo en el nuevo mundo global no se ha dado, perdimos seis años para lograr un alto crecimiento”.

Aceptó que en la Cámara de Diputados el tema de la coparticipación de la inversión privada atoró las negociaciones. El gobierno federal no logró aclarar o demostrar a los diputados que su iniciativa no era ningún tipo de privatización sino, por el contrario, era una forma de lograr recursos frescos que fortalecieran a Pemex y la CFE.

“Ahora que estamos atrapados en la discusión de que todos los recursos petroleros se van a las finanzas públicas -60 por ciento- y el otro 40 por ciento que le dejamos a Pemex es insuficiente para invertir en sí misma y continuar con la exploración de pozos petroleros. Máxime, cuando las reservas comprobadas están casi agotadas y se ha obligado a Petróleos Mexicanos a endeudarse al grado de que su deuda en pidiregas sea similar al valor de la misma empresa”.

Insistió que las reservas probadas nos alcanzarán para otros siete o diez años y de no lograr una reforma en la LX Legislatura, entraremos en una gran crisis porque las finanzas públicas dependen de los precios petroleros en un 30 por ciento, o un poco más.

“Pero, insistimos, la privatización no es la salida, se requiere la coparticipación de recursos privados, que es un asunto completamente diferente”, concluyó.

En tanto, el diputado perredista, Francisco Javier Carrillo Soberón, destacó que no hubo condiciones en este sexenio para una reforma energética adecuada.

En primer lugar, enumeró, porque hubo cuatro secretarios de Energía, no existió estabilidad en el mando federal, hubo distintos lenguajes de cada uno de los titulares de la dependencia, en particular, cuando se dijo que sólo aceptarían una reforma constitucional no la de leyes secundarias.

“Se dio entonces un estancamiento total del diálogo. Cuando llegó Fernando Elizondo aceptó las reformas a las leyes secundarias igual que el último titular, pero las negociaciones se vieron rebasadas por las elecciones”, coincidió con diputados del PRI y PAN.

Agregó que a pesar de que no hubo grandes acuerdos, sí se lograron consensos para avanzar hacia la modernización de las empresas generadoras de energía.

“Cuando se comienza a hablar de reformas a las leyes secundarias empezamos a trabajar el régimen fiscal de Pemex que, en todo caso, es una reforma muy valiosa, muy corta respecto a lo que debiera darse, pero muy valiosa; se creó la Ley de Energías Renovables, también con muchos defectos, pero con avances importantes”, recordó el diputado del PRD.

Mencionó que hablar de una reforma energética en términos genéricos tiene muchos sentidos: se inició el debate, se avanzó en algunas cosas, pero si se quiere entender reforma energética como sinónimo de apertura, ese es un problema que ni en ésta ni en ninguna otra legislatura el PRD va a colaborar, porque no está dispuesto a la entrega de la renta petrolera y de la renta eléctrica más allá de lo que ya se les está dando a las grandes empresas transnacionales.

Reconoció que lo que urge es una reforma energética en leyes secundarias que permita fortalecer a la empresa pública. “La reforma energética es un tema pendiente, pero hay dos vertientes claramente diferenciadas: la que busca privatizar y la que pretende fortalecer al sector público, que es totalmente distinta”.

 
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