En la LX Legislatura se debe reformar la Ley del Banco de México para que, sin perder su autonomía, no sólo sirva como entidad que procure la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda nacional, sino actúe como un auténtico y real promotor del crecimiento económico y el empleo.

Carlos Hernán Silva Valdez, Isidoro Ruiz Argaiz y Sergio Magaña Martínez, diputados del grupo parlamentario del Partido de la Revolución Democrática, presentaron una iniciativa de reforma a los artículos 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 2 y 7 de la Ley del Banco de México.

Los legisladores afirman que México requiere de un banco central modernizado, a partir de un enfoque prospectivo, que se anticipe a las condiciones presentes y que sea capaz de crear infraestructura educativa, carretera, portuaria, energética --con el desarrollo planeado de refinerías, por ejemplo-- y ambiental, esto último con el subsecuente desarrollo de presas y energías alternativas.

Lo que necesita México, señalan los diputados del PRD, es que se acabe con la política monetaria restrictiva, debido a que hoy en día la prioridad ya no es controlar la inflación, pues ésta se encuentra en niveles muy aceptables de un solo dígito, mientras que el país se ha estancado en su crecimiento.

“Hoy en día lo más importante es hacer crecer la economía, la inversión pública y el empleo. Todas las políticas públicas, incluyendo las del Banco de México, tienen que estar dirigidas, en consecuencia, hacia el crecimiento y desarrollo económicos del país. Por esto es impostergable ampliar las facultades del Banco de México para enfocar estas nuevas prioridades, pero sin perder su autonomía”, expresan en la iniciativa.

En ese sentido, el diputado Carlos Hernán Silva Valdez destacó que la formulación de la presente Iniciativa de Ley se orienta a que el Banco de México, a través de las operaciones de mercado abierto, de la política de tasa de descuento y de los requisitos de reserva o de otros tantos instrumentos monetarios, necesita coadyuvar a un tipo de interés que permita el flujo del crédito capaz de multiplicar la potencialidad productiva nacional.

Otros objetivos serían conseguir la estabilidad de precios; ayudar a contener el desempleo y actuar para incrementar sustancialmente el ritmo de crecimiento de la economía mexicana.

A su vez, el diputado Isidoro Ruiz Argaiz destacó que es hora de que el Banco de México asuma un papel más activo que pueda garantizar un fuerte crecimiento económico y un bajo desempleo en los próximos años en nuestra economía y que, en esa medida, sea capaz de asumir su responsabilidad en medio del contexto histórico del siglo XXI.

El Banco Central tendrá como objetivo prioritario procurar la estabilidad del poder adquisitivo de dicha moneda.

La iniciativa de reforma señala textualmente: “El banco central, conforme a lo dispuesto en el Plan Nacional de Desarrollo, apoyará las políticas económicas que contribuyan a un crecimiento económico sostenido y no inflacionista, que respete el medio ambiente, contribuya a la generación de empleos y la protección social que converjan a incrementar el nivel de vida de la población mexicana”.

Serán también finalidades del Banco promover el sano desarrollo del sistema financiero y propiciar el buen funcionamiento de los sistemas de pagos.

De acuerdo con la iniciativa, en lo que se refiere al otorgamiento de crédito al Gobierno Federal se dará prioridad a las obras de infraestructura productiva, en áreas estratégicas para el desarrollo nacional, que generen la mayor cantidad de empleos.