La fracción parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados propuso sanciones de cinco a 15 años de prisión y de cien a 350 días multa, a quienes vendan medicamentos falsos o adulterados, extorsionen a una persona para favorecerla en las listas de espera de transplantes de órganos o cirugías y a los que abusen de su cargo para destinar recursos públicos a la salud con fines particulares.

La iniciativa de reforma incluye el delito de corrupción en la salud al Título Séptimo del Código Penal Federal, referente a los delitos contra la salud, así como sanciones a los médicos que soliciten análisis clínicos o intervenciones quirúrgicas innecesarias para los pacientes.

Al respecto, la diputada perredista Irma Figueroa Romero aseguró que el costo social y económico de la corrupción en los sistemas de salud es alarmante no sólo en nuestro país, sino en todo el mundo.

Informó que el sistema de salud de México es de los más caros en América Latina, pues el costo de medicamentos que los ciudadanos pagan es parecido a los de países desarrollados como Estados Unidos y Japón.

Explicó que diversas naciones han documentado la infiltración de la corrupción en la asignación de presupuestos en el sistema de salud pública, es decir, un alto índice de robo, extorsión y sobornos despojan a millones de individuos de dichos servicios.

La diputada dijo que esa situación presenta en el incremento en los precios y la venta de medicamentos, la solicitud irregular de análisis clínicos y programación de cirugías innecesarias y cesáreas, sobre todo en clínicas privadas.

En el caso de hospitales públicos, agregó, persisten irregularidades en las listas de espera de transplantes de órganos y en el otorgamiento de citas médicas.

Figueroa Romero dijo que quienes padecen los estragos de esa situación son aquellos que requieren atención oportuna y se les niega, lo cual puede ocasionar la muerte de millones de personas.

“Cuando un niño fallece durante una operación porque la inyección de adrenalina utilizada para revivir su corazón era sólo agua, el precio de la corrupción en los servicios de salud repercute en el sufrimiento humano”.