Se publicó en la Gaceta Parlamentaria el punto de acuerdo por el que se exhorta al presidente municipal de Tijuana, Jorge Hank Rhon, y al secretario de seguridad pública de esa entidad, Javier Algorri Franco, para que, de inmediato, apliquen programas encaminados a abatir la criminalidad, inseguridad y violencia en esta ciudad. El documento tiene rúbrica del diputado Rodolfo Enríquez Martínez, del PAN.

En la exposición de motivos se explica que Tijuana ha sufrido en los últimos meses 272 muertes violentas, 82 relacionadas con el crimen organizado, y 60 secuestros, donde en algunos casos participaron elementos de la policía municipal.

También se indica que es inaceptable que la autoridad no responda ante el clima de inseguridad de la ciudad y mucho menos que agentes o ex agentes policiacos encubran o encabecen bandas criminales y de secuestradores.

Para combatir la inseguridad, señala el texto, se requiere depurar elementos de la policía y hacer investigaciones a fin de fincar responsabilidades penales a los servidores públicos que hubieren incurrido en actos de corrupción, complicidad o encubrimiento.

En la reunión de julio entre funcionarios municipales y de la Procuraduría General de la República se estableció que parte de la inseguridad en Tijuana es generada por la corrupción y descomposición de la policía, agrega el punto de acuerdo.

Días más tarde, el presidente municipal, Jorge Hank Rhon, quien detenta el mando directo de la fuerza pública en la entidad, tomó medidas para sanear la estructura de cuerpos policiales y establecer responsabilidades penales a las que haya lugar; “dos meses después no se perciben avances ni resultados”.

Cansados de la parálisis y complacencia de las autoridades encargadas de la prevención del delito, los habitantes de Tijuana exigen acciones contundentes para contrarrestar la violencia y corrupción que penetró en los cuerpos de seguridad pública municipal, indica el documento.

Asimismo, añade que para combatir la delincuencia la mejor forma es empezar por la propia casa, saneando la policía municipal y sancionando de manera ejemplar todo acto de corrupción que exista en las instituciones de seguridad pública municipal.

Lo contrario, se advierte, hará suponer la participación o encubrimiento de autoridades en actividades ilícitas. Por ello existe la urgencia de erradicar la corrupción y violencia generada en Tijuana.

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