El Pleno de la Cámara de Diputados exhortó al Congreso de Estados Unidos a que abrogue la Ley HR-6061 y busque promulgar una nueva, en donde los intereses y derechos humanos de los inmigrantes sean respetados.

El punto de acuerdo avalado por mayoría, presentado por la Junta de Coordinación Política, establece que la aprobación de la iniciativa HR-6061 y las medidas tomadas en el último año para proteger la frontera, por parte de EU, rompe tajantemente los esquemas de cooperación y amistad y con el posible acuerdo migratorio entre los dos países.

La realidad migratoria entre México y Estados Unidos, destaca el documento de ocho puntos, requiere de un enfoque integral basado en el principio de responsabilidad compartida, por ello la Ley HR-6061 representa unatraso en la búsqueda de soluciones comunes.

Añade que lejos de controlar el problema migratorio a través de barreras, éste puede exacerbarse toda vez que los migrantes buscarán otras rutas.

Actualmente, menciona, se registra, aparte de los 11.2 millones de compatriotas que viven en Estados Unidos, un flujo cercano de 400 mil connacionales que emigran hacia aquel país.

El punto de acuerdo indica que no se debe olvidar que la seguridad de la frontera sur de Estados Unidos no estará mejor salvaguardada con la construcción de un muro. “Recordemos que los terroristas no han pasado por esta frontera”.

Agrega que las relaciones entre México y Estados Unidos se han caracterizado por desarrollarse en un marco de tensión y relajación constante y que la cooperación y el conflicto en el tema migratorio forman ya parte cotidiana de su trato bilateral.

Además, menciona que la globalización ha contribuido a debilitar muchos de los obstáculos que en otras épocas se interponían haciendo más abierta la frontera norte, por lo que resulta un mayor esfuerzo por parte de las dos naciones combatir el problema y al mismo tiempo reforzar la integración y e interdependencia de sus economías.

“Sin embargo, el endurecimiento en las políticas de seguridad en Estados Unidos a raíz de los ataques terroristas del 11 de septiembre del 2001, dio como resultado que el Congreso estadounidense aprobara la construcción de un muro que dividirá la frontera de los dos países”.

El documento concluye en sus consideraciones que los coordinadores de los ocho grupos parlamentarios se suman a la propuesta de la diputación de Nueva Alianza, como iniciadora, y expresan su enérgico rechazo al establecimiento de barreras físicas en la zona fronteriza porque lastiman y van en contra del espíritu de cooperación que debe prevalecer entre amabas naciones.

Al respecto, el diputado Antonio Valladolid Rodríguez (PAN) indicó que tanto el gobierno federal, el Congreso de la Unión y la sociedad civil, han coincidido que la solución a problemas derivados del fenómeno migratorio requiere de una responsabilidad compartida, misma que exige acciones en nuestro país como la creación de empleos.

“A los diputados de todos los partidos nos asiste la responsabilidad de llegar a acuerdos que permitan generar las reformas que requiere y demanda nuestro país para la generación de empleos y otorgar el bienestar de la población”.

Sin embargo, añadió, vemos con preocupación que el otro país, lejos de privilegiar el diálogo y compromiso bilateral, asume posturas unilaterales como la construcción de un muro que no genera soluciones.

La construcción de este muro, abundó, contribuirá únicamente a incrementar la vergonzosa y terrible cifra de emigrantes muertos que intentan ingresar por lugares inhóspitos y que desde que se instaló la Operación Guardián en 1994, se tienen registradas más de tres mil 600 muertes de paisanos.

A su vez, el diputado Jesús Humberto Zazueta (PRD) destacó que la aprobación de un fondo para la construcción de muros en nuestra frontera común, tiene claros visos de campaña electoral y con esa coyuntura someten a miles de mexicanos a un contexto de extrema vulnerabilidad y riesgos que llegan incluso a la muerte.

“Nuestro rechazo es contundente y hoy se traduce en una herramienta parlamentaria en la que apelamos a la sensatez que ha estado ausente en la mayoría de las iniciativas antimigrantes que se han aprobado en Estados Unidos”.

Aseveró que la construcción del muro es una negación a la realidad y una aberración a la diplomacia internacional. “Cuando en otras regiones del planeta se busca el consenso en materia migratoria, en Estados Unidos la entereza, la fobia y la paranoia por enemigos inexistentes es lo que impera”.

Resaltó que en el 2005 México recibió cerca de 20 mil millones de dólares en remesas familiares, sin embargo, en su intento por cruzar la frontera murieron 472 connacionales. “En otras palabras, cada persona fallecida nos costó más de 42 millones de dólares”.

En su oportunidad, el diputado del PRI, César Horacio Duarte Jaquez, dijo que el problema es de México porque Estados Unidos tiene derecho a tomar cualquier determinación, aunque ello implique la construcción de un muro y levantarlo más alto si así lo desea.

“El punto es: ¿qué ha logrado el Estado mexicano para hacer una política que le permita, realmente, como socio y vecino de Estados Unidos, establecer la rentabilidad de la producción agropecuaria?”.

Mencionó que mientras el campo no sea rentable o no se actúe con una planeación seria y los presupuestos no aterricen debidamente para activar la producción nacional y exista la rentabilidad que se refleje en un mejor ingreso a las familias campesinas, la emigración seguirá creciendo.

Subrayó que el Estado mexicano no ha tomado la altura de miras necesaria y ha seguido asumiendo que somos el patio trasero de Estados Unidos, además, el Congreso y en particular la Cámara de Diputados, no ha hecho valer su decisión en el presupuesto para el campo, en establecer un solo frente y hacer una política que reviva y haga rentable la actividad agropecuaria.

Finalmente, la diputada Ana María Ramírez Cerda (PVEM) indicó que una barrera en la frontera incrementará el número de muertes, afectará de manera irreversible al medio ambiente e intensificará la criminalidad en el tráfico de indocumentados, porque un muro no detendrá a quienes viven de traficar personas, drogas y mercancías ilegales.

Resulta increíble, dijo, que la nación que más luchó contra el muro que dividió a Alemania pretenda ahora erigir una valla en nuestras fronteras.

Agregó que si bien el muro de Berlín separaba dos visiones político-ideológicas, el que se pretende construir contra México será una valla migratoria que dividirá al hemisferio.

“Ese muro de mil 200 kilómetros incomunicará a Estados Unidos con México, pero también lo hará con América Latina. Es momento de tender puentes, no de erigir barreras porque tenemos fuertes vínculos comerciales, raciales y hasta culturales con aquella nación”.

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