Dado el incremento en la incidencia de enfermedades crónico-degenerativas y el encarecimiento de sus tratamientos, diputados del PRI solicitarán al Ejecutivo Federal que emprenda acciones para disminuir significativamente el precio de medicamentos, con énfasis en las zonas de mayor pobreza, en coordinación con los tres órdenes de gobierno.

En el documento publicado en la Gaceta Parlamentaria, el diputado Eduardo Espinosa Abuxapqui señaló que mientras en la década de 1980 se registraban 16 mil nuevos casos de cáncer anuales en promedio, “en estos años se contabilizan cerca de 100 mil pacientes, convirtiéndose en la segunda causa de muerte, detrás de los padecimientos cardiacos; lamentablemente las mujeres son las más afectadas por su incidencia”.

De ahí la urgencia de proponer soluciones inmediatas y amplias para enfrentar estos padecimientos y proteger a los más pobres, pues cuando se presentan en campesinos o indígenas no pueden afrontar los altos costos de los medicamentos y se ven obligados a elegir entre los alimentos y las medicinas. “Alimente a su hijo o cure su enfermedad, pero no ambas”.

En la propuesta, el diputado de Quintana Roo explicó que en México la industria farmacéutica es un negocio multimillonario y la gran mayoría de medicamentos permanecen fuera del alcance de las personas que los necesitan.

Dijo que, según la revista británica The Economist, 90 por ciento de las enfermedades en el planeta recae en los países en desarrollo, sin embargo sólo tres por ciento del presupuesto en investigación y desarrollo de las farmacéuticas se destina a esas enfermedades y el 97 por ciento restante es para tratar “padecimientos de países ricos como la depresión, la ansiedad o la disfunción sexual”.

Debido a que la investigación se concentra más en medicamentos para padecimientos relacionados con modos de vida, y menos en el tratamiento de enfermedades graves, consideró que “cambiar de los medicamentos patentados a los genéricos en el mundo en desarrollo significaría una pérdida pequeña para la industria farmacéutica”.

En este sentido, indicó que en 2002 las ventas en Norteamérica, Europa Occidental, Japón y Australia representaron aproximadamente 79 por ciento de los ingresos de la industria, mientras que América Latina y el Caribe aportaron el 7.5 por ciento.

Además, continuó, gran parte de las investigaciones sobre enfermedades como VIH-SIDA y cáncer se realizan en instituciones públicas con dinero del Estado y son muy pocas las investigaciones privadas de enfermedades que afectan a ciertas poblaciones, como el mal de Chagas o la tuberculosis, ya que la mayoría de sus costos se trasladan a los consumidores.

Asimismo, se señalaqueexisten otras enfermedades crónico-degenerativas, como diversos tipos de artritis, diabetes, hipertensión, insuficiencia renal y Alzheimer, que requieren tratamientos de por vida.

Enfatizó que millones de mexicanos no pueden esperar mientras se logra la perfección en una ley o un punto de acuerdo, por lo que se debe atender este problema y bajar el precio de las medicinas. “Las familias mexicanas son víctimas de un padecimiento aún mayor a las enfermedades crónico-degenerativas: del enriquecimiento de las empresas farmacéuticas a la sombra de la malversación y distribución de los medicamentos”.

Por ello, se solicita al Ejecutivo federal que, por conducto del Sistema Nacional de Salud, emprenda acciones eficaces para disminuir de manera significativa los precios de medicamentos para prevenir y combatir las enfermedades crónico-degenerativas, entre ellas el cáncer y el VIH-SIDA, con énfasis en las zonas de mayor pobreza del país, con una estrategia de coordinación entre los tres niveles de gobierno.

También, que se incorporen al cuadro básico de medicamentos y que, ejerciendo sus facultades legales, mediante la concertación, licencias, estímulos fiscales y subsidios, se logre la disminución del precio de dichos medicamentos, para que sean accesibles a las familias más pobres.

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