Para México las principales amenazas en la próxima década serán: narcotráfico, SIDA, gripe aviar, armas químicas y biológicas, y terrorismo, señala la Encuesta México 2006, un estudio de opinión pública, líderes y política exterior en México y otros países, presentada por la Comisión de Relaciones Exteriores.

Asimismo, indica que al mexicano le preocupan las cuestiones de carácter ambiental y económico, especialmente por el calentamiento global y las crisis financieras en el mundo, así como el endurecimiento de la política migratoria y étnica en otros países y la inmigración masiva de extranjeros indocumentados.

La encuesta realizada por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) precisa que en las relaciones con América Latina, los mexicanos no apoyan la inversión para promover las economías de los países centroamericanos, pero se inclinan por controles más estrictos en la frontera sur antes que favorecer programas temporalespara trabajadores inmigrantes.

En lo concerniente a las relaciones con América del Norte, los encuestados tienen sentimientos encontrados y ambivalentes para Estados Unidos, y están divididos en cuanto al nivel de confianza, empatía y admiración por ese país.

Apoyan que México asuma un mayor compromiso para controlar el narcotráfico y la emigración indocumentada a cambio de que Estados Unidos admita más trabajadores mexicanos. Además, muestran preocupación por la situación en la frontera norte y consideran que su gobierno debe vigilar que los inmigrantes crucen únicamente por lugares autorizados.

En lo que se refiere a los objetivos y prioridades de la política exterior, los datos señalan que se tiene una visión más pragmática que legalista o altruista, y dan prioridad a los asuntos que afectan su condición de vida y seguridad.

Precisan que las tres metas son promover las exportaciones, proteger los intereses de los mexicanos en el exterior y combatir el narcotráfico. Además consideran importante proteger las fronteras, atraer la inversión, combatir el terrorismo, prevenir la propagación de armas nucleares y controlar la inmigración ilegal.

Del mismo modo, se considera menos importante fortalecer a la Organización de Naciones Unidas, mejorar el nivel de vida de países menos desarrollados, defender los derechos humanos y promover la democracia en otros países.

En la formulación y conducción de la política exterior, la mayoría de los mexicanos desea que el ciudadano común tenga lainfluencia en el diseño de la política exterior, por encima incluso del Presidente; favorecen una política en que el Presidente y el Congreso tengan el mismo peso en la toma de decisiones.

De igual forma, la mayoría considera que el comercio internacional es bueno para la creación de empleos, para las empresas, el nivel de vida, el abatimiento de la pobreza y el desarrollo del campo mexicano, aunque duda de sus beneficios en el medio ambiente.

También detalla que los mexicanos consideran que la inversión extranjera es conveniente para el país, pero existe un gran rechazo a la inversión en el sector energético y en menor medida en bonos gubernamentales, telecomunicaciones, medios de comunicación e infraestructura.

La encuesta, que fue presentada a la Comisión de Relaciones Exteriores, presidida por el diputado Gerardo Buganza Salmerón (PAN), tuvo como finalidad conocer la situación actual de la política exterior de México.

Buganza Salmerón destacó que estos documentos sirven para actualizarse en lo que se refiere a la política exterior, y sobre todo para tener información que permita tomar decisiones en el Congreso de la Unión.

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