El presidente del Comité de Competitividad, Mariano González Zarur (PRI), afirmó que para reencauzar a México en la competitividad no se requieren reformas profundas e inalcanzables, sino ajustes en las leyes para simplificar el sistema fiscal.

Indicó que existen dos corrientes económicas en materia de competitividad, una, la de los Chicago boys, que nos dice que sólo con reformas profundas, estructurales, podremos avanzar y reposicionar a México dentro de las primeras economías del mundo.

En cambio otras, dijo, plantean que la competitividad se puede lograr con pequeñas modificaciones a las legislaciones, además de simplificar el sistema fiscal para de ahí partir hacia una reforma hacendaria y laboral.

De igual forma sugieren que esto se puede lograr mediante acuerdos entre municipios, estados y el gobierno federal.

Aseveró que el retroceso en esta materia no es por culpa del gobierno federal, en turno ni de otros sexenios, sino que se debe en gran medida a los intereses económicos de los mismos industriales y empresarios que han buscado desarrollar una industria libre de competencia.

González Zarur destacó que los problemas que enfrentan muchas empresas se derivan precisamente del proteccionismo que ellas mismas han buscado y a la falta de aprovechamiento de las ventajas y beneficios que otorga el gobierno.

No obstante, reconoció que uno de los mayores problemas del país en cuanto a competitividad se refiere, es en torno a que somos la nación más abierta a la globalización, pues a la fecha, México tiene signados 42 acuerdos comerciales, pero sin regulación.

Lo anterior luego de que el Comité de Competitividad recibiera de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) un documento denominado Industria competitiva y empleo, que incluye la definición de los principios básicos de dicha confederación denominados pilares de la política para impulsar la industria competitiva y el empleo, así como un diagnóstico de la actual situación y un con junto de indicadores cuantitativos.

Dicho documento propone 20 puntos a seguir para revitalizar la competitividad de nuestro país en el plano mundial.

Entre otros, plantea el fortalecimiento de las empresas, una economía de mercado con sentido social, precios competitivos que incentiven la inversión y la generación de empleos; el desarrollo de infraestructura básica y social por parte del Estado; hacer efectivo el Estado de derecho para un adecuado funcionamiento de la economía de mercado.

Procurar mejores condiciones laborales, donde los costos asociados al empleo (en particular los fiscales, de reportes a las autoridades y de contratación) sean mínimos. Sugiere también que la industria mexicana tenga acceso a energéticos y petroquímicos abundantes, de calidad y a precios de competencia.

De igual forma, propone desarrollar la actividad regional como uno de los detonantes más importantes de la actividad económica y potenciar el mercado interno.

En este sentido, el presidente del Comité de Competitividad señaló que la Cámara de Diputados pondrá su grano de arena para lograr que nuestro país retome su lugar dentro de las primeras economías, porque es la última llamada.

“Algo que es muy importante y que debemos tomar en cuenta es que el país es de todos y en este caso el Comité de Competitividad privilegiará la coordinación con el Ejecutivo, los empresarios, la fuerza laboral, el Legislativo y el sector social para impulsar reformas que permitan hacer al país más competitivo”, concluyó.

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