Obdulio Ávila Mayo, diputado del PAN y presidente de la Comisión de Desarrollo Metropolitano, consideró que no es necesario convertir al Distrito Federal en el estado 32 para resolver sus problemas; “lo importante de la reforma política en la Ciudad de México son las atribuciones y funciones que tengan sus órganos de gobierno, si es estado o no es irrelevante”.

Lo necesario, dijo en entrevista, es otorgar a la Asamblea Legislativa del DF facultades en materia de responsabilidad administrativa, seguridad pública, deuda y competencia para la aprobación de reformas constitucionales; asimismo, el Jefe de Gobierno debe ser considerado para nombrar titulares de cuerpos de seguridad pública.

Durante la presentación del libro “Ciudad de México: la Megalópolis ingobernable”, del doctor José Antonio Rosique Cañas, Ávila Mayo subrayó la importancia de que su comisión cuente con opiniones de expertos en el tema que compartan su conocimiento para hacer más eficiente el trabajo legislativo.

Por su parte, el diputado Juan Manuel San Martín Hernández (PRD) habló sobre la necesidad que tiene la Comisión de Desarrollo Metropolitano de crear un marco jurídico que oriente las políticas públicas que se aplican en la Ciudad de México, a fin de resolver sus problemas de transporte, ordenamiento territorial, vivienda y contaminación.

Pero no sólo se trata del Distrito Federal, aseveró, sino de toda el área conurbada y las metrópolis que hay en el país.

El diputado Carlos René Sánchez Gil (PAN) señaló la necesidad de contar con un esquema normativo federal, estatal y municipal que permita a las metrópolis generar un mecanismo para que las autoridades que las conforman definan sus responsabilidades en los proyectos que la sociedad demanda.

“Hay 55 zonas metropolitanas en México, que son un reto para el desarrollo del país, porque regularmente se integran varias ciudades con administraciones, proyectos y visiones distintas y que por alguna razón tienen que convivir; ejemplo es el Valle de México, el cual requiere una política integradora”, explicó.

En tanto, el doctor José Antonio Rosique Cañas sostuvo que lo que detiene el progreso de las ciudades son las instituciones deficientes, “hay que cambiarlas, aunque sea lentamente, para resolver sus problemas.

“Las complicaciones en estas grandes regiones tienen qué ver con su débil régimen institucional, poca planeación, crecimiento acelerado y dificultades para constituir gobiernos eficientes”, explicó.

-- ooOoo --