El tráfico de personas en la frontera con Estados Unidos genera ganancias del orden de tres mil millones de dólares para los llamados polleros, quienes cobran entre cinco mil y siete mil dólares por persona y utilizan el dinero para comprar armas que luego ingresan a nuestro país de manera ilegal.

Así lo advirtió el diputado José Edmundo Ramírez Martínez (PRI), secretario de la Comisión de Población, Fronteras y Asuntos Migratorios, quien mencionó que existen 12 mil puntos de venta de armas en el lado norteamericano, por la facilidad que hay para comprarlas: “sólo es entrar a una tienda, a una armería con una ID”.

El legislador por Hidalgo mencionó que 70 por ciento de las armas decomisadas en operativos en el territorio nacional provienen de esos puntos de venta en la franja fronteriza, por lo que se debe trabajar puntualmente en esta situación.

Dijo que estos son temas prioritarios que deben tratarse permanentemente con sus homólogos estadounidenses. Afirmó que los congresistas norteamericanos sostienen que la seguridad en la frontera, debe ser trabajada sólo por las autoridades mexicanas. “Es un asunto que compete a ambos”.

Indicó que anualmente más de 500 mil mexicanos emigran a Estados Unidos por falta de empleo, de desarrollo y oportunidades en las comunidades de origen; “el saldo del sexenio anterior fue de tres millones y medio”, por lo que se debe procurar el crecimiento económico en el país, focalizando las inversiones en las regiones expulsoras de mano de obra.

De ahí que se pronunciara porque ambos países aborden el tema para resolver esta situación. “Debemos endurecer la legislación que castiga el tráfico de personas, pero es algo que ellos tienen que hacer también; es un tema que nos compete a ambos”.

Asimismo, demandó impulsar una política de Estado en materia migratoria, fundamentalmente en el tema de las remesas, para que éstas sean productivas y las familias beneficiarias inicien empresas con esos recursos que permitan generar “un efecto multiplicador de la economía familiar, comunitaria, regional, estatal y, ¿por qué no? en el mercado interno”, enfatizó.

Explicó que el 98.5 por ciento de las remesas se dedica al autoconsumo y sólo el 1.5 por ciento se a inversión productiva. Sin embargo, apuntó que existen regiones como Oaxaca, Guerrero, la Sierra Gorda y el Valle del Mezquital, donde ese porcentaje no llega ni una décima.

Manifestó su preocupación porque en Estados Unidos se ha visto el fenómeno migratorio como un asunto de rentabilidad política, no como una situación que beneficia a los países de origen, tránsito y destino ni como una posibilidad de desarrollo.

Por ello, sostuvo que ante los legisladores norteamericanos “la postura será de preocupación pero firme y sincera, no doblegándonos como Congreso”.

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