La Comisión de Vigilancia de la Auditoría Superior de la Federación entregó al Órgano de Fiscalización Superior la Cuenta Pública 2006, para que inicie su revisión de manera inmediata, presente sus conclusiones e informe final el próximo año, en cumplimiento a lo establecido en la Ley de Fiscalización Superior de la Federación.

Lo anterior, luego de que la Cámara de Diputados recibiera del Ejecutivo Federal la Cuenta Pública de ese año, donde se destaca que la economía nacional sorteó con éxito la transición sexenal sin sobresaltos económicos ni financieros, que permitieron preservar la estabilidad y alcanzar un crecimiento significativo, además de una expansión del Producto Interno Bruto (PIB), la más elevada en seis años.

El gasto neto total del sector público fue de 2 billones 270 mil 558.7 millones de pesos; cantidad mayor en 9.8 por ciento al del ejercicio anterior y 22.4 por ciento a lo previsto.

Los ingresos ordinarios del sector público ascendieron a 2 billones 263 mil 602.5 millones de pesos, es decir, 11.3 por ciento real por arriba de lo registrado en el ejercicio anterior y 15.9 por ciento de lo previsto en la Ley de Ingresos de la Federación.

Ello se debió al dinamismo en los ingresos petroleros, que superaron en 13.5 por ciento a lo reportado en el periodo previo y en 14.5 por ciento la meta prevista. Mientras que la captación no petrolera se elevó a una tasa anual de 9.9 por ciento y rebasó lo anticipado en 16.8 por ciento, debido a la evolución favorable de ingresos tributarios como el ISR, IVA y de Importación.

Las erogaciones programables ascendieron a 1 billón 671 mil 174.6 millones de pesos, que rebasaron en 8.3 por ciento lo ejercido al periodo anterior y en 18.8 por ciento lo autorizado. Las variaciones se explican por los recursos excedentes para fortalecer la inversión en PEMEX, las aportaciones al Fondo de Estabilización de los Ingresos Petroleros y los estados, los incrementos salariales al magisterio, el pago de pensiones y jubilaciones, entre otros.

En el documento se destaca que la estabilidad macroeconómica y financiera se mantuvo y profundizó, como resultado de la disciplina en el manejo de las políticas fiscal y monetaria.

El comportamiento productivo nacional propició la generación de plazas en el mercado formal de trabajo, sobre todo en los sectores de servicios y la industria. En el IMSS, el número de trabajadores asegurados aumentó en 879 mil 533 personas respecto del mismo periodo de 2005.

El Índice Nacional de Precios al Consumidor tuvo un incremento anual de 4.05 por ciento, lo que implicó superar en 0.72 y 1.05 puntos porcentuales lo reportado el mismo mes del año previo y la meta establecida por el Banco de México.

Según la Cuenta Pública, el entorno internacional favorable propició la expansión del sector exportador, sobre todo en los precios del petróleo y el dinamismo de la demanda de automóviles producidos en México, además de que el crecimiento económico mundial y de liquidez se tradujo en un mayor flujo de capitales hacia el país.

El déficit de la cuenta corriente se situó en mil 770.6 millones de dólares, inferior en 63.8 por ciento al de 2005. En tanto que la deuda bruta del sector público presupuestario al 31 de diciembre de 2006, fue de 2 billones 226 mil 728.7 millones de peso, mayor en 275 mil 780 millones a lo reportado el ejercicio anterior.

De acuerdo con el periodo que se informa, el comportamiento favorable de los ingresos públicos contribuyó a fortalecer la postura fiscal y reducir la vulnerabilidad de la economía ante cambios en las condiciones del ámbito internacional.

La política tributaria coadyuvó a vigorizar la captación de recursos fiscales e impulsó la inversión y el empleo, apoyar el aparato productivo y elevar la competitividad del sistema impositivo.

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