Tras señalar que el actual sistema educativo del país se ha estancado e incluso raya en la obsolescencia porque ha dejado de ser factor de unidad, igualdad y crecimiento, la Comisión de Educación y Servicios Educativos, así como investigadores y ex funcionarios de la SEP, coincidieron en que es urgente una profunda reforma estructural en la materia.

Durante el taller de Análisis y Discusión de Temas Educativos, el presidente de la Comisión, Tonatiuh Bravo Padilla (PRD), estimó que no se está haciendo lo suficiente para poner a México en el camino del desarrollo económico sostenido a través de la educación.

Agregó que más allá del discurso, la educación no es considerada aún como el eje fundamental de crecimiento y, en este sentido, dijo que uno de los objetivos es coadyuvar a la búsqueda de soluciones y analizar las causas que evitan el óptimo desarrollo de nuestro sistema, en comparación con el de los países con los que competimos.

Mencionó que es necesario hallar soluciones viables en el corto y mediano plazos dentro del contexto económico y sociopolítico. “Soluciones que funcionen y que no sean necesariamente ideológicas o que se queden en el tintero”.

En pocas palabras, añadió, necesitamos políticas públicas educativas que tengan como base la experiencia sobre lo que ha funcionado y dejado de funcionar en nuestro actual sistema.

Por su parte, Gilberto Guevara Niebla, a nombre del Centro de Investigación Educativa y Actualización de Profesores A.C., destacó que el problema principal corresponde a un desajuste “muy grave” entre la actividad educativa y las necesidades nacionales.

Esas tres grandes necesidades -economía, democracia y justicia- añadió, siguen sin la debida atención desde la perspectiva educativa.

“Sabemos que existe ese desajuste, pero también sabemos que los resultados del sistema educativo siguen siendo, lamentablemente, bajos o deficientes en cuanto a aprendizaje y muchos indicadores internacionales así lo confirman”.

Al hablar sobre el tema “La educación mexicana y su problemática”, el ex secretario de Educación Pública, José Ángel Pescador Osuna, destacó que es necesaria la construcción de una verdadera política pública en materia educativa.

Indicó que pese a que en los últimos 50 años no se han dejado de hacer programas, las metas no se han alcanzado por la falta de recursos.

Mencionó que para muchos investigadores de la educación, en el sexenio de 1982-1988, se generó un vació muy importante que trajo consecuencias desfavorables, en lo que se había logrado con la creación de las delegaciones y el proceso de desconcentración, y que tenía que ver con la delimitación de responsabilidad y acciones entre la SEP y el Sindicato de Trabajadores de la Educación.

Ello, añadió, propició un retroceso en la administración siguiente, que persiste a la fecha, donde el sindicato interfiere para llevar a cabo las grandes transformaciones que el sistema educativo requiere.

Hizo mención de que los problemas que enfrenta la educación repercuten en el aprovechamiento de los alumnos. Actualmente, dijo, la deserción escolar sigue siendo alta, aunque ha disminuido hasta alcanzar el 1.7 por ciento en primaria y el 7.6 en secundaria, en comparación con el 5.3 y 9.5, respectivamente,de 1990.

Asimismo, añadió, desde hace 30 años se ha visto un claro rezago en materia educativa, en particular, la alfabetización, pues mientras en 1987 se hablaba de 26 millones de mexicanos mayores de 15 años que no sabían leer ni escribir, hoy son 35 millones.

Cuestionó la falta de inversión pese a las reformas que se hicieron a la Ley General de Educación para alcanzar el 8 por ciento del Producto Interno Bruto; de igual forma, dijo que la ética y moral públicas están ausentes en muchos temas y la educación es una de ellos.

Por su parte, Fernando Solana, también ex secretario de la SEP en el periodo 1977-1982, indicó que la educación que debiera tener como dos metas centrales, el crecimiento del país y la equidad, en los últimos años se ha convertido en uno de los factores de estancamiento y desigualdad.

Abundó que la educación en México, durante muchas décadas, ayudó a conformar una situación de crecimiento económico, cuya finalidad era la equidad social.

No obstante, dijo, en las décadas más recientes se ha acentuado el estancamiento y deterioro educativo, propiciando con ello el escaso desarrollo económico del país y, lo más preocupante, es el crecimiento de la desigualdad.

“La educación que imparte el Estado sigue formando mexicanos con menores oportunidades de desarrollo que aquellos otros egresados de institutos privados. La educación, en dos palabras, ya no es un factor de crecimiento y ahora se ha convertido en obstáculo”.

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