La Feria de Ciencia y Tecnología Innovación Nacional, Impulso Global, organizado por la Comisión legislativa del ramo, contó diariamente con más de mil 500 visitantes durante los tres días de trabajo, en los que expusieron 200 proyectos de empresas, universidades, centros de investigación pública y privada, así como ponentes de los sectores involucrados, quienes se pronunciaron porque este sector sea detonador del desarrollo nacional.

En el último día de los trabajos, la diputada local Gloria Cañizo Cuevas, presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal, destacó la necesidad de vincular la educación con la ciencia y tecnología, para garantizar la justicia social a los mexicanos.

Al participar en la Mesa Redonda “Legislación en materia de Ciencia y Tecnología”, pidió ser cuidadosos en la asignación de los recursos para ciencia y tecnología y que el próximo año se incrementen respecto de lo destinado para 2007, que fue de .35 del Producto Interno Bruto (PIB), mientras que otros países que asignan 2 por ciento de su producción interna.

Precisó que México destina 5 mil dólares per cápita para ciencia y tecnología, mientras que países como Singapur canaliza 25 mil dólares.

Aseguró que la ciudad de México cuenta con una nueva legislación en la materia que permitió la creación del gabinete de educación y de ciencia y tecnología.

Por su parte, Rafael Herrera Estrella, director del Laboratorio Nacional de Genómica por la Biodiversidad, explicó que la ley en la materia aprobada por el Congreso establece los permisos para las empresas que pueden realizar cambios genéticos a productos, sin embargo, sólo las empresas trasnacionales pueden cumplir con el reglamento porque son quienes cuentan con los recursos económicos para financiar los proyectos.

Pidió ser cuidados en la interpretación y aplicación de la legislación, para que no se impongan condiciones a las empresas nacionales y que México se convierta en “comprador de tecnología”, sin poder participar en el desarrollo de plantas transgénicas.

Propuso establecer una base jurídica que permita proteger los descubrimientos científicos mexicanos y que los académicos puedan participar en las mismas.

El secretario técnico de la Comisión Intersecretarial de Bioseguridad, Reynaldo Ariel Álvarez Morales, informó que actualmente se siembran más de 100 millones de hectáreas en el mundo, mientras que hay países, como Argentina, que tiene una producción de transgénicos de 18 millones de hectáreas, que lo convierte en la segunda nación con ese tipo de alimentos.

Informó que 22 países producen organismos genéticamente modificados, entre cuyos productos destacan la soya, maíz, algodón y granola, además existen 51 naciones que consumen esos productos y que cuentan con la legislación para regularlos.

En los próximos años, dijo, se prevé la utilización de otros organismos como peces, árboles, insectos y plantas para la producción de fármacos. En México, explicó, se importan a granel algunos de ellos para ser consumidos, como granola, jitomate, papa, soya, maíz, alfalfa y remolacha azucarera.

Se pronunció porque la legislación fortalezca la investigación nacional en lugar de apoyar a las grandes compañías trasnacionales que no resuelven las necesidades sociales e impiden el desarrollo de la investigación en México.

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