“Urge separar a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente de la Semarnat para dotarla de facultades adecuadas en la aplicación de sanciones por delitos ambientales”, declaró el diputado Sergio López Ramírez (PVEM).

Durante el foro Regulación para la Protección de los Manglares, el legislador dijo que “para revertir el deterioro de más de noventa por ciento de manglares mexicanos se tiene que adecuar el marco jurídico, pero también es necesario sancionar correctamente a quienes dañan los sistemas ecológicos”.

Señaló que “todos aquellos que depredan el medio ambiente están en un paraíso en México, porque la regulación se aplica de manera discrecional.

“Por eso es urgente que la Profepa sea un organismo autónomo, desde el nombramiento del procurador, que no dependa de la Secretaría de Medio Ambiente y no sea juez y parte, afin de dotarla de mejores facultades para vigilar y sancionar a los infractores”, agregó.

Por su parte, la coordinadora parlamentaria de Alternativa, Marina Arvizu Rivas, expresó se “tienen que poner límites a la inversión que se ejecuta en reservas naturales, no toda es buena; para permitir el desarrollo de México es indispensable la responsabilidad ambiental, social y ética”.

En el caso de los manglares, agregó, laresponsabilidad ambiental radica en preservarlos. De acuerdo con el Instituto Nacional de Ecología estos ecosistemas se pierden a una tasa de 2.5 por ciento anual, lo que significa 16 mil 391 hectáreas cada año, puntualizó.

Manifestó que “perder los manglares es perder la vida humana porque son barreras naturales que nos protegen contra el impacto de los huracanes y del oleaje del mar”.

En tanto, especialistas informaron que dos terceras partes de las poblaciones de peces en el mundo y entre 80 y 90 por ciento de las pesquerías del Golfo de México dependen del manglar en uno o más de sus ciclos de vida y que el precio par hectárea oscila de 200 mil a 900 mil dólares.

El doctor Jorge López Portillo, representante del Instituto Nacional de Ecología, advirtió que en 30 años se podría extinguir el 80 ó 90 por ciento de estas barreras naturales y que las consecuencias serán no sólo ambientales sino también económicas, sociales y políticas.

En tanto, Alejandro Olivera, representante de Greenpeace-México, afirmó que la extinción de estos ecosistemas combinada con los efectos del cambio climático harán más vulnerable a México ante el embate de huracanes, que tienden a aumentar en frecuencia e intensidad.

Dijo que un informe publicado por la Organización de la Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) indica que a nivel mundial las pérdidas más representativas en ecosistemas de manglar de 1980 al 2005 han ocurrido en México, Honduras, Panamá, Estados Unidos y las Bahamas.

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