La responsabilidad de la seguridad nacional no es únicamente de las fuerzas armadas, sino del conjunto de los elementos del Estado, expresó la presidenta de la Mesa Directiva, diputada Ruth Zavaleta Salgado.

Durante el evento Tendencias actuales en materia de seguridad nacional: el caso colombiano, la legisladora subrayó que “la participación de las fuerzas militares en la guerra contra del narcotráfico y el crimen organizado son importantes pero no suficientes”.

“Los gobiernos en turno deben convocar a todos los integrantes del Estado para esa lucha frontal contra la delincuencia; se deben lograr grandes acuerdos nacionales, donde los ciudadanos, medios de comunicación, los tres órdenes de gobierno y organizaciones privadas y públicas eviten que niños y jóvenes pasen de ser grandes esperanzas a factor de inseguridad nacional”, puntualizó.

Zavaleta Salgado manifestó que “los políticos no podemos permanecer indiferentes ante los muertos que ponen los hombres que participan en las tareas de seguridad”.

“Mientras las fuerzas políticas pelean y los gobiernos tocan el tema con frivolidad, la frivolidad de quien no pone los muertos, las cifras de decesos se elevan y el crimen parece avanzar en nuestro país”.

Dijo que la experiencia de Colombia nos servirá para replantear las estrategias que tenemos y asegurará ese espacio de intercambio, de colaboración y de integración frente a la delincuencia organizada.

Agregó que es necesario generar, crear y fortalecer leyes e instituciones que eviten y prevengan la delincuencia con base en medidas e instituciones que protejan y respeten los derechos humanos.

Asimismo destacó que “el proceso democrático que vivimos es la oportunidad para que los acuerdos internos fortalezcan y cumplan con la estabilidad que requiere toda nación para su desarrollo; aun cuando pudiera sonar extremo, entre los pilares de la seguridad nacional que tiene un país la democracia es primordial”.

En tanto, la senadora y ex ministra de Defensa colombiana, Marta Lucía Ramírez, consideró que “el tema de la seguridad no puede ser un tema de la clase política que se trate de manera trivial.

“La seguridad de los ciudadanos debe ser una política de Estado que vaya por encima de las diferencias de partidos, de la coyuntura, incluso del concepto del Estado-nación, porque es indispensable que las políticas nacionales que nos garantizan seguridad estén coordinadas con políticas internacionales”.

Señaló que la difícil gobernabilidad, crisis económicas y políticas, así como la pobreza son el escenario regional donde se comparten nuevas amenazas para los Estados como el narcotráfico, el terrorismo, el tráfico de armas, las carencias sociales, guerrillas y grupos subversivos.

Lucía Ramírez agregó que estos factores de inseguridad se derivan principalmente de la débil gobernabilidad provocada por el desprestigio de la clase política; corrupción de funcionarios; carencia de fiscalización; desvío de recursos a fines no prioritarios y la distancia de los gobiernos a las realidades sociales, entre otros.

Destacó que en Colombia se diseñó un programa integral de seguridad que tiene como fundamento la presencia del Estado en todos los rincones de su país y en todas las áreas de atención: política, económica, jurídica, judicial, social e internacional.

Lo anterior, advirtió la ex ministra de defensa, debe tener como prioridad la protección ciudadana.

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