El Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Roberto Campa Cifrián, reconoció que ha habido un deterioro de las corporaciones policiales derivado del descuido de los tres niveles de gobierno, además de que aceptó que el narcotráfico las ha impregnado y que financia, en buena parte, el complemento de los salarios de los policías.

Durante el simposium internacional de seguridad pública, organizado por la Comisión del ramo en la Cámara de Diputados, Campa Cifrián dio a conocer parte de los resultados de la evaluación aplicada a las corporaciones estatales y municipales, en los que destacó que el 50 por ciento de los elementos de seguridad pública, incluidos los del Distrito Federal, presentan daños psicológicos.

Además, mencionó que poco más del 42 por ciento del estado de la fuerza nacional policial tiene como nivel máximo de estudios la secundaria y que un alto porcentaje presenta problemas de salud, principalmente obesidad.

Por su parte, los diputados Juan Francisco Rivera Bedoya (PRI) presidente de la Comisión de Seguridad Pública; Carlos Madrazo Limón (PAN) y Manuel Cárdenas Fonseca (Nueva Alianza) señalaron que uno de los compromisos de la presente Legislatura es constituir un marco jurídico que establezca de forma definitiva un Sistema Nacional de Seguridad Pública, acorde a la realidad que vive el país y se dignifiquen y modernicen los cuerpos policiacos.

El diputado Rivera Bedoya resaltó la importanciadel simposium y explicó que la reciente reforma a la Ley de Seguridad Pública impone la obligación de que en un término de seis meses deberá integrarse la normatividad de todo el sistema nacional de seguridad.

En su intervención reconoció que uno de los más graves problemas que afronta el país es la inseguridad, toda vez que, mencionó, de acuerdo con registros, uno de cada cinco mexicanos ha sido víctima de algún delito, aunado a que las fuerzas de seguridad han sido insuficientes.

Aseveró que los “escenarios dantescos” que provoca la delincuencia organizada han generado, tan sólo en el primer trimestre del año, un millar de homicidios violentos, lo que obliga a buscar una mayor organización y a reconocer las fallas en materia de seguridad.

“No desconocemos el esfuerzo, los sacrificios, las vida perdidas y el heroísmo que han demostrado los más de 10 mil militares, los policías federales, estatales, municipales y privados que luchan contra la delincuencia organizada”.

El diputado priista pidió una mayor participación de la sociedad en el combate a la delincuencia. “Si la sociedad no se suma y no trabaja de forma coordinada, con programas adecuados, podemos perder la guerra, pero si todos colaboramos intensamente veremos un mejor futuro”.

Añadió que es responsabilidad de todos rescatar al país de la condición en la que lo tiene sometido la delincuencia. “No es posible, ni debemos permitir que nuestras ciudades sigan siendo escenario de los más violentos crímenes y que familias, empresarios o cualquier ciudadano, tengan que abandonar su patria para no perder su patrimonio y posiblemente su vida”.

Reconoció que el Ejército Mexicano hace una gran tarea, a pesar de los problemas que generan algunos de sus elementos al enrolarse con el crimen organizado.

“Tenemos la confianza de que muy pronto habremos de contar con una policía honesta y preparada, técnica y científicamente, con un perfil homologado, independientemente de que sea federal, estatal o municipal y que será capaz de garantizar la seguridad nacional como lo ha declarado el secretario de seguridad”, subrayó.

Puntualizó que la presente legislatura aportará el esfuerzo y compromiso de todos sus integrantes, no sólo en la gestión y aprobación de recursos, sino para constituir un marco jurídico que establezca, de forma definitiva, el Sistema Nacional de Seguridad Pública, apoyados por las experiencias que se conjuguen en el simposium.

A su vez, el diputado Carlos Madrazo Limón, señaló que la LX Legislatura ha marcado la historia de la nación al lograr acuerdos que conducen a leyes funcionales y acordes a la nueva realidad que vive el país.

El simposium, dijo, es en respuesta a una de las demandas centrales de la sociedad, como lo es la exigencia de una mejor seguridad pública basada en una policía capacitada, apta para atender a la ciudadanía, con calidad, calidez y eficiencia.

Agregó que ser policía no puede ni debe ser el último de los empleos al que puede aspirar una persona cuerda. Esa percepción se da por los riesgos que se corren, los horarios agotadores, la mala paga, la ausencia de prestaciones, la poca capacitación, la falta de equipos, la corrupción, el abuso de los mandos, la falta de atribuciones y el desprestigio que conlleva este empleo.

“Es tiempo de tener un Sistema Nacional de Seguridad Pública que genere auténticos representantes de la ley, confiables, dignos y respetables. Es momento de contar con los marcos normativos necesarios y mejorar nuestras instituciones para conseguir que estos cuerpos policiales sean honestos y preparados, como todos los mexicanos demandamos”, dijo.

Concluyó que la pretensión es lograr una legislación moderna, eficiente e íntegra, que dote a nuestros cuerpos policiales de principios y valores, de derechos y obligaciones. “Que los policías sean confiables, capaces de utilizar nuevas tecnologías, con conocimiento de la investigación científica y respetuosos de los derechos humanos”.

“Una legislación que permita poner al servicio de la ciudadanía una policía con rostro humano, apta para proteger a las personas y a sus bienes, una policía motivada para prevenir y combatir el delito”.

Durante su conferencia, el Secretario Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, Roberto Campa Cifrián, informó que el 56 por ciento de los mandos sólo tiene escolaridad básica y del total de los policías estatales y municipales, poco menos del 1 por ciento no tiene escolaridad. “El 3.24 tiene la primaria incompleta; completa el 10.71; licenciatura completa 7.82; carrera técnica 5.42 y bachillerato terminado el 13.73 por ciento”.

Añadió que el 42 por ciento del personal se ubica entre los 31 y los 42 años de edad y que el margen está entre los 18 y los 80 años. “tenemos policías de 80 años”.

Abundó que cerca del 50 por ciento de los mandos evaluados requiere de apoyo psicológico. “Requieren tratamiento de estrés y de control de impulsos, además de que únicamente el 26 por ciento de tiene coeficiente intelectual medio o superior al medio”.

Precisó que un alto porcentaje de los policías presenta problemas de salud, la mayoría se refiere a obesidad, diabetes, hipertensión y padecimientos visuales y que el 1.21 de los evaluados dio positivo en el examen toxicológico aplicado en 2006 y 2007.

Ante diputados, reconoció que el examen toxicológico que se realiza en estos momentos “prácticamente no nos sirve para nada. “Es algo que hemos discutido seriamente. Hacemos un examen que no incluye una serie de elementos por falta de recursos, lo que nos daría certidumbre en el resultado que promediamos nacional”.

“Simplemente, para renovación de licencia colectiva de uso de armas, los resultados toxicológicos nos da menos de medio punto, todos sabemos que eso no es cierto, pero sabemos que tampoco no es cierto el 1.21 por ciento, sobre todo, cuando los polígrafos dicen lo contrario. El nivel de adicción en las corporaciones es mucho más alto”.

Campa Cifrián mencionó que las drogas son en buena medida el fenómeno de nuestro siglo y el problema que presenta la policía mexicana, está vinculada a la crisis de valores de la sociedad. “Está ligada a un problema de falta de expectativas y de futuro”.

Indicó que a la fecha, hay una proporción de 343 policías por cada 100 mil habitantes. “29 mil 353 efectivos federales y la suma de policías estatales y municipales arroja 349 mil 163 elementos, incluidas las preventivas, ministeriales, de tránsito y bancarias. “Tenemos muchos más policías que aquellos países que tienen condiciones mucho mejores de seguridad”.

En comparación, dijo, Colombia tiene una sola policía nacional y alrededor de 216 policías por cada 100 mil habitantes; Francia más de 100 policías por cada 100 mil habitantes.

En su participación Monte Alejandro Rubido García, subsecretario de Prevención, Vinculación y Derechos Humanos, de la Secretaría de Seguridad Pública, afirmó que las organizaciones criminales han adquirido un enfoque de dominio territorial y aumentado de forma significativa su capacidad de reclutamiento, de corrupción e intimidación.

Destacó que la nueva violencia de los grupos delictivos genera retaguardias de impunidad y corrupción. “Esta violencia es mucho más anárquica y por ende, más destructiva y más difícil de combatir, estamos es un esquema de guerras post modernas, en las cuales se puede mezclar ideología y crimen”.

En torno al narcotráfico, señaló que a raíz de los sucesos de septiembre de 2001, resulta cada vez más difícil a las bandas delictivas la introducción de drogas a Estados Unidos, lo que ha provocado que busquen el mercado en México.

En este escenario, añadió, se necesita un modelo de policía mucho más articulada a través de tareas de inteligencia y prevención.

No obstante, afirmó que hoy en día, el delito que más afecta es el robo, en el que cerca del 91 por ciento de los delitos denunciados es precisamente el robo, pero son las ejecuciones lo que ha generado el mayor impacto entre la sociedad.

Precisó que estas ejecuciones sólo representan el 0.2 por ciento del total de los delitos que se cometen en el país. Añadió que de acuerdo con cifras preliminares, los delitos del fuero federal alcanzan el orden del 8 por ciento mientras que el 92 por ciento restante corresponde al fuero común.

Destacó que la incidencia de delitos es que de cada 100 mil habitantes, 129 corresponden al fuero federal y mil 492 al fuero común.

El funcionario refirió que la estrategia del gobierno federal está diseñada en dos vertientes: una estructural y otra operacional, con objetivos de corto, mediano y largo plazo.

En la vertiente operativa, dijo, sobresale la ofensiva del despliegue territorial para recuperar los espacios públicos en manos de la delincuencia organizada. Con ello se acota lo logística criminal y se rompen las redes y vínculos de los grupos delictivos.

En el simposium participaron Jesús María Corral Gómez, del Cuerpo Nacional de Policía de España y el coronel Jorge Nieto, de la Policía Nacional de Colombia, quienes expusieron sus experiencias en torno a los principios y valores de los cuerpos policacos, así como a los derechos y obligaciones.

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