El Pleno de la Cámara de Diputados aprobó este martes, en lo general y en lo particular, dos dictámenes en materia educativa. El primero, para que en los planes y programas de estudio se incluya el fomento de la cultura de la transparencia. El segundo, a fin de que en las diversas materias se hable sobre prevención de adicciones.

Avalada por 376 votos a favor, la primer reforma adiciona una fracción XIV al artículo 7º de la Ley General de Educación, misma que establece que a través de los acuerdos y convenios suscritos entre el Instituto Federal de Acceso a la Información Pública y la Secretaría de Educación Pública, se incluyan los temas de la transparencia en los materiales didácticos de la educación básica y normal.

Asimismo, refiere que el diseño y elaboración de estos materiales son facultad exclusiva de la Secretaría de Educación Pública tanto, en los libros de texto gratuito, como en la fijación de los lineamientos para el uso de dichos materiales en la educación básica.

No obstante, añade que, en algunos casos, la elaboración de materiales didácticos distintos a los libros de texto serán competencia de las autoridades de las entidades federativas cuando los contenidos estén asociados a temas de la localidad.

Al fundamentar el dictamen, el diputado Tonatiuh Bravo Padilla (PRD), presidente de la Comisión de Educación y Asuntos Educativos, indicó que el fomento de la cultura de la transparencia, así como el conocimiento por parte de los educandos de su derecho a la información pública gubernamental, representa una actividad sustantiva que debe expresarse de manera explícita en la Ley General de Educación.

En este sentido, añadió, el tema de la transparencia y la rendición de cuentas, por su relevancia en la vida democrática del país y su incidencia en el ejercicio de los derechos ciudadanos representan una temática insoslayable dentro de los fines de la educación.

Concluyó que no obstante que la transparencia y la rendición de cuentas forman parte de los planes y programas de estudio, resulta de la mayor relevancia incorporar estos temas como uno de los fines específicos de la educación que brinda el Estado, en correspondencia con las reformas constitucionales que en términos de esta materia ha aprobado el Congreso de la Unión.

En pro del dictamen, el diputado de Nueva Alianza, Humberto Dávila Esquivel destacó que la transparencia, la rendición de cuentas y el acceso a la información son elementos de un país democrático.

Mencionó que en lo últimos años en nuestro país, el impulso de una cultura de transparencia y rendición de cuentas en la función pública, ha cobrado importancia debido a la impostergable demanda ciudadana de contar con información precisa y confiable.

Prevención y combate a las adicciones

El segundo dictamen, aprobado con 380 votos a favor y una abstención, reforma la fracción X del artículo 7º de la Ley General de Salud, para que los planes y programas de estudio de la Secretaría de Educación Pública contribuyan a la prevención y el combate de las adicciones.

La reforma plantea desarrollar actitudes solidarias en los individuos, para crear conciencia sobre la preservación de la salud, la planeación familiar y la paternidad responsable, sin menoscabo de la libertad y del respeto absoluto a la dignidad humana, así como propiciar el rechazo a los vicios y adicciones, fomentando el conocimiento de sus causas, riesgos y consecuencias.

Al fundamentar el dictamen, el diputado Francisco Javier Murillo Flores (PAN), refirió que adicciones como el tabaquismo, alcoholismo y uso de sustancias psicoactivas, entre otras, constituyen un problema de salud pública que no puede ser soslayado por ningún gobierno que se precie de buscar el bienestar de sus gobernados y que su intervención es esencial para evitar que el flagelo incida de manera negativa en el tejido social.

Indicó que de acuerdo con datos del Consejo Nacional contra las Adicciones, en nuestro país la edad de inicio del consumo de cualquier sustancia adictiva es, en promedio, de los 12 y 13 años, principalmente tabaco y alcohol, aunque muchos jóvenes lo hacen directamente en las drogas.

En México, abundó, el fenómeno de la adicción se ha incrementado de manera significativa en la última década y datos de la Encuesta Nacional de Adicciones al menos 33 millones de personas consumen bebidas alcohólicas de manera regular, de entre ellos, 3.5 millones de adolescentes entre 12 y 17 años de edad al manos las ha probado.

El dato más preocupante, dijo, es que el índice de consumo de bebidas alcohólicas entre los adolescentes se incrementó de 22 por ciento a 34 por ciento entre 1998 y 2006, en tanto que un millón y medio son fumadores.

A su vez, la diputada Blanca Luna Becerril (Nueva Alianza), destacó que las adicciones como el tabaquismo, alcoholismo y el uso de sustancias psicotrópicas constituyen un grave problema de salud pública, en gran parte, añadió, se debe a la falta de aplicación de políticas públicas preventivas acertadas por parte del gobierno federal.

Ambos dictámenes aprobados fueron turnados al Ejecutivo para sus efectos constitucionales.

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