La participación del Ejército Mexicano en el combate contra el crimen organizado es insustituible, mientras no tengamos una Policía Federal Preventiva totalmente desarrollada, cuerpos policiacos coordinados y capacidad de respuesta desde el lado civil ante estos embates.

Afirmó lo anterior el diputado Diódoro Carrasco Altamirano, presidente de la Comisión de Gobernación (PAN), quien se pronunció por fortalecer las políticas públicas de las corporaciones, en materia de reclutamiento, selección y estímulos al personal.

Dichos estímulos deben abarcar capacitación permanente, mejoras salariales, equipamiento, servicio civil de carrera y garantías económicas, educativas y sociales para ellos y sus familias.

Señaló que el Legislativo deberá revisar los ordenamientos para subsanar las lagunas y lograr que esos incentivos queden perfectamente establecidos.

Manifestó su preocupación respecto a los mandos policiacos que solicitaron asilo en Estados Unidos. “Entiendo que tenían temor a represalias, a las ejecuciones; lo peor que nos podría pasar como sociedad y como país, es que la ferocidad y la brutalidad con la que actúa el crimen organizado, en respuesta al combate gubernamental, generen temor en las policías”.

No obstante, indicó que éste no es un fenómeno general y rechazó que esa situación sea indicativa de que se esté perdiendo la lucha contra la criminalidad.

“El gobierno asumió este compromiso como debió hacerlo cualquier Presidente en estas circunstancias, porque no puedes obviar ni ignorar un conflicto que está contaminando todo el sistema político mexicano, las instituciones y que te puede meter en un riesgo muy serio de ingobernabilidad”, acotó.

Agregó que las detenciones de delincuentes, las bajas en los grupos de narcotraficantes, los decomisosde armas y drogas son parte de los resultados de estas acciones, sin embargo, dijo, “es un proceso –como todos los que enfrentan fenómenos de este tamaño y de esta naturaleza— largo y difícil de evaluar en el corto plazo”.

Subrayó que la cruzada contra la delincuencia es un ejercicio que costará tiempo y dinero, pero también esfuerzo físico, personal y familiar, muchas vidas “y ya lo estamos viendo”.

Además de mejorar los niveles de rendimiento y preparación de las policías, dijo, es fundamental elevar sus ingresos y, asociado a ello, buscarles garantías para tener un buen seguro médico, de vida y educativo para sus hijos, capacidades de acceso a vivienda y a todo lo que aspira cualquier mexicano.

Planteó que se debe intensificar el ejercicio de reclutamiento de cuadros jóvenes, profesionales con escolaridad, mínimo, de preparatoria y fortalecer la capacitación y el adiestramiento de los cuadros policiales.

Es fundamental que continúen su preparación, “hacer una carrera técnica policial, crear una licenciatura, una maestría y que ese desarrollo profesional y educativo, vaya acompañado de un estímulo económico, y de posibilidades de ascenso por desempeño, capacitación y resultados”.

Tiene que haber un monitoreo muy sistemático, un ejercicio de control interno para evitar que los policías caigan en la tentación de la corrupción, puntualizó.

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