En la iniciativa del Ejecutivo Federal para modernizar la industria petrolera existe un capítulo entero en el que se obliga a Pemex a cumplir con los estándares mínimos de respeto al medio ambiente, señaló el diputado Héctor Larios Córdova (PAN), al inaugurar el foro Daño ecológico y social generado en Salamanca y Tula.

El presidente de la Junta de Coordinación Política expresó que desde la perspectiva del legislador se tienen que establecer o modificar las normas legales que ya existen y, desde el punto de vista de los actores políticos, analizarse y estudiarse.

Mencionó que se requieren de mediciones objetivas, investigaciones técnicas y científicas, así como presión política que permita resolver los problemas de industrias como las refinerías y las plantas petroleras.

Dijo que cada vez que hay un problema social surgen distintos pensamientos, pues hay quienes opinan que se debe generar energía y empleos a costa de lo que sea, y quienes creen que no puede alterarse al medio ambiente sabiendo de ante mano que cualquier acción lo altera.

El diputado José Luis Espinosa Piña (PAN), presidente de la subcomisión de Salamanca de la Comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, destacó que la industria en materia de refinería ha caído en la obsolescencia.

Añadió que para quienes viven ahí su principal demanda no es el combate a la corrupción, la delincuencia, el desempleo o la inseguridad, sino la contaminación ambiental y su deseo de no perder sus fuentes de empleo.

Manifestó que los elevados índices de contaminación en la atmósfera derivan en constantes denuncias de la ciudadanía, a pesar de que se han establecido políticas y programas para reducir estas concentraciones atmosféricas.

Dijo que algunos informes muestran que aunque ha habido un decremento en el número de días en donde se rebasa la norma de calidad del aire, éstos siguen siendo insuficientes, ya que persisten enfermedades asociadas con la contaminación.

“Creemos importante visualizar que en esta política energética se tiene que luchar por la reconversión tecnológica que requiere una fuerte inversión para incorporar equipo de seguridad, mejoras en dispositivos y nuevas tecnologías que permitan reducir las emisiones, contaminar menos y eficientizar la quema de combustible para la generación de energía”.

Espinosa Piña agregó que es necesario desarrollar investigaciones en los centros de estudios, invertir en tecnología propia, mejorar los dispositivos e incorporar al país en la vanguardia, así como producir refinados calificados, lubricantes de calidad y optar por nuevas formas para obtener electricidad no basada en el petróleo.

El presidente de la Comisión de Investigación del Daño Ecológico y Social Generado por Pemex, diputado Arturo Martínez Rocha (PRI) dijo que los accidentes son un riesgo de eventualidades, sobre todo en Pemex, en las refinerías y en las plataformas donde se manejan altas temperaturas y presiones.

Añadió que no se va a poder evitar un accidente, aun cuando se capacita a la gente y hay recursos para ello. “No con dinero podemos evitar un accidente, pueden ser circunstanciales, pueden ser por eventos climatológicos o por una infinidad de cosas”.

Precisó que el mantenimiento de las plataformas marinas es óptimoy constante. Agregó que los daños ecológicos no nada más son de Pemex, sino que hay muchas empresas que emiten gases de efecto invernadero.

El diputado Fernando Moctezuma Pereda (PRI) dijo que la contaminación provocada por los procesos de refinación de hidrocarburos y las actividades de las termoeléctricas es un problema que requiere la participación de las fuerzas políticas a nivel federal, estatal y municipal para solucionarlo.

En tanto, Guillermo Camacho Uriarte, subdirector de Disciplina Operativa, Seguridad, Salud y Protección Ambiental de PEMEX, informó que las refinerías de Salamanca y Tula procesan 490 mil barriles de hidrocarburos por día, lo que representa la tercera parte a nivel nacional.

Ambas refinerías, dijo, procesan y proveen los petrolíferos que son consumidos, principalmente en el altiplano de nuestro país, además generan cerca de 100 mil empleos y su derrama económica asciende a más de 5 mil millones de pesos al año, en las dos ciudades.

Añadió que independientemente de la importancia económica que tienen estos dos centros de trabajo de PEMEX, “también estamos conscientes que las actividades de refinación han impactado negativamente al medio ambiente”.

Por eso, afirmó, se ha implementado acciones para cumplir con la normatividad establecida y ofrecer a las comunidades la posibilidad de vivir de una manera digna.

Reseñó que el Programa Pro-Aire que firmó la paraestatal, el gobierno del estado y autoridades ambientales en 2004, ha permitido fijar límites y niveles de concentración de bióxido de azufre y partículas PM10, que son dañinas para la salud.

Además, subrayó el funcionario, se invirtieron 160 millones de pesos en 2007 para rehabilitar plantas de azufre, y se estableció el empleo de combustóleo que consumen las refinerías con muy bajo contenido de este elemento, lo que ha permitido la disminución en 66 por ciento de bióxido de azufre.

Por su parte, Adrián Fernández Bremauntz, presidente del Instituto Nacional de Ecología, mencionó que en la ciudad de Salamanca la refinería contribuye con 55 por ciento de las emisiones de este contaminante, mientras que la termoeléctrica con el 45 por ciento.

Añadió que además se presentan olores muy desagradables ocasionados por procesos relacionados con la refinería y la utilización de ácido sulfhídrico que rebasan los umbrales de tolerancia olfativa.

-- ooOoo --