·80 por ciento del armamento de la delincuencia viene del extranjero: diputado Javier Estrada

En el mundo muere cada dos minutos una persona a causa de las armas consideradas pequeñas y ligeras (revólveres, pistolas, rifles, carabinas, ametralladoras de pequeño calibre, rifles de asalto y ametralladoras ligeras), las cuales cobran más vidas que las nucleares y químicas.

Así lo señaló el diputado Faustino Javier Estrada González (PVEM), mediante una iniciativa de reformas al artículo cinco de la Ley de Seguridad Nacional, que presentará al Pleno camaral a fin de que se considere como una amenaza nacional todo acto tendente a consumar el tráfico de armas pequeñas y ligeras, y no sólo de materiales nucleares, armas químicas, biológicas y convencionales de destrucción masiva.

Precisó que México no es país exportador de este tipo de armas, pero se ha convertido en gran receptor de ellas, ya que su ingreso es a través del “tráfico hormiga” en las zonas fronterizas.

El tráfico ilegal de armas pequeñas y ligeras es seria amenaza a la seguridad nacional, regional e internacional, al caer en la delincuencia común, organizada e incluso terrorismo, advirtió.

Agregó que el 80 por ciento de las armas que usa la delincuencia en el país provienen del extranjero y que la Ciudad de México es uno de los principales centros de distribución; las armas más baratas cuestan200 pesos, mientras que rifles de alto poder como el AK 47 se consiguen en 800 pesos.

Estrada González mencionó que el comercio de armas ligeras en el mercado negro se estima entre 2 y 10 mil millones de dólares y que los costos directos e indirectos de la violencia a consecuencia de las armas pequeñas están entre los 140 y 170 mil millones de dólares por año, según el Banco Interamericano de Desarrollo.

Datos de la Secretaría de Seguridad Pública precisan que éstas se encuentran presentes en aproximadamente 55 por ciento de los homicidios de todo el país. En el DF se usan en el 79.5 por ciento de los delitos, particularmente en los homicidios, de los cuales el 65 por ciento fueron efectuados con armas de fuego, refirió.

También señala que la mayor tasa de delitos se registró en el Distrito Federal con 17 mil 718, por cada 100 mil habitantes.

Le siguieron Morelos, 5 mil 573; Baja California, 5 mil 531; Chihuahua, 4 mil 979 y el Estado de México con 4 mil 778.

Los de menor tasa fueron Tlaxcala, mil 448; Zacatecas, mil 453; Michoacán, mil 471 y Oaxaca con mil 595; lo más preocupante en estos casos fue que en casi la mitad de ellos se utilizó un arma de fuego para realizar el delito.

Finalmente dijo que para enfrentar el flagelo se necesitan leyes y reglamentos más claros e incluir en la citada ley a las armas pequeñas y ligeras y su comercio ilícito como una amenaza.

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