Información del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) refiere que el comercio ilícito de bienes culturales, entre éstos arte sacro y piezas arqueológicas, representan el tercer delito más frecuente en el ámbito internacional, después del narcotráfico y el tráfico de armas.

El diputado Ramón Ignacio Lemus Muñoz Ledo (PAN) refirió que los estados del sureste y occidente del país son los que registran una mayor incidencia de saqueo arqueológico, de acuerdo a información ofrecida por el INAH y su coordinación con instancias internacionales, las cuales señalan que los bienes saqueados tienen como destino Estados Unidos, Japón y países europeos, donde llegan a coleccionistas particulares, así como a museos privados y estatales.

Ante esto, el legislador anunció que presentará un punto de acuerdo para exhortar al Ejecutivo Federal a que instruya a la Procuraduría General de la República (PGR) y dé pie a una fiscalía especial para la prevención de delitos contra el patrimonio cultural y la atención del tráfico de bienes culturales.

Indicó que el INAH tiene inventariado un millón de bienes culturales y otro millón se encuentra bajo su custodia, lo que hace necesario, además de impulsar las reformas para considerarlo un delito grave, crear una fiscalía especializada.

El legislador aseguró que en la actualidad el comercio ilegal de bienes culturales es un delito lamentablemente frecuente, por lo que ése es uno de los motivos principales para contar con una fiscalía especializada en el tráfico de bienes culturales.

Lemus Muñoz Ledo refirió que los datos recabados por especialistas en la materia, indican que generalmente los bienes patrimoniales robados son transportados en vehículos de doble fondo, junto con muebles o dentro de ellos.

Mencionó que la Organización de las Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura (UNESCO) desde la década de los sesenta, ha manifestado la necesidad de crear inventarios del patrimonio cultural en cada país. Esa medida es fundamental en la construcción de nuestras identidades, para saber con qué contamos y qué tenemos que proteger.

En este sentido, el diputado federal recordó que en abril de 2007 se llevó a cabo en las instalaciones del Museo de Antropología e Historia, el foro internacional Estudio de Casos en la Protección del Patrimonio Cultural, planeado por el INAH y la Organización de Estados Americanos y representantes de países miembros de la OEA, encargados de combatir el tráfico ilícito de bienes culturales.

“El foro concluyó con ocho puntos, entre los que destacan, el organizar un departamento especializado dentro de la policía para la lucha contra el tráfico ilícito de bienes culturales y capacitar a esos elementos policiacos en talleres, videoconferencias o multimedia, entre otro tipo de tecnología”.

Además, dijo, se planteó la necesidad de promover e incrementar el flujo de información al banco de datos de la Interpol para establecer rutas de tráfico y perfiles de los criminales y reforzar, ratificar y ampliar las leyes y normas nacionales de cada país orientadas a la prevención y protección del patrimonio cultural.

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