·La competencia desleal impacta en esa industria: Javier Lozano

·Los vuelos del país son seguros: Titular de ASA

·El servicio ya no es para un solo grupo social: Pérez Mota

Están en riesgo 25 mil empleos directos y 150 mil indirectos, en caso de no reformar el actual marco legal e impulsar políticas públicas en materia aeronáutica, advirtió el diputado Tomás del Toro del Villar, presidente de la Comisión del Trabajo y Previsión Social.

Durante el Foro Nacional Sobre la Situación Laboral, la Infraestructura y el Mercado Aeronáutico, al que asistió el secretario del Trabajo y Previsión Social (STPS), Javier Lozano Alarcón, el legislador comentó que es urgente asegurar la supervivencia de la industria, por lo que hizo un llamado para revisar la Ley de Derechos, a fin de encontrar un equilibrio entre los costos reales por los servicios y los gastos de operación.

Exhortó a encontrar mecanismos para que dentro del presupuesto se otorgue una cantidad que estimule fiscalmente al sector. “Debemos conocer los costos de producción de la turbosina, porque sabemos que es mucho más barato su proceso de refinamiento, que los del propio diesel”.

Aclaró que otro de los graves problemas que atraviesa la industria de la aeronáutica es la sobre oferta de asientos, “que ha tirado la proporción oferta-demanda” y ahondó que por esa razón algunas aerolíneas tuvieron que cerrar.

En ese sentido, el secretario Lozano Alarcón coincidió en que existen nuevos factores que impactan de manera negativa a esa industria, como el precio de la turbosina, “que implica un 40 por ciento de los costos totales de operación”.

Además, continuó, la férrea competencia por parte de las líneas de bajo costo, que si bien trae beneficios para los consumidores, porque las tarifas tienden a bajar cuando se abren los mercados, se convirtió en desleal e indiscriminada en nuestro país en los últimos años.

Refirió que durante el segundo y tercer trimestres del año la dependencia a su cargo realizó inspecciones a ese tipo de aerolíneas, “identificamos que nueve empresas son contratistas y prestan sus servicios a las aerolíneas; además se dictaron 114 medidas técnicas de seguridad e higiene”.

El funcionario externó que se necesita una política de Estado en la materia; “ésta deberá rebasar transexenalmente administraciones gubernamentales, involucrar a todo tipo de actores, porque no es responsabilidad exclusiva de un gobierno, ni de los empleadores, porque es una industria estratégica para la vida económica y social del país”.

Por su parte, Gilberto López Meyer, director general de Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA), reconoció que los vuelos del país son seguros, por lo que en 20 años sólo se han tenidos dos accidentes, mismos que han dejado menos de 40 fallecidos.

A nivel mundial, enfatizó, se tiene uno de los mejores estándares de seguridad y prueba de ello es que crece el número de vuelos. “Eso se lo debemos al personal que cumple a cabalidad con su trabajo”.

El combustible, expresó, ha sido un detonador en el ramo, pues existe un alto precio en la turbosina. Añadió que se requieren generar condiciones que permitan a las empresas ser más eficientes y eficaces.

El presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Mota, precisó que el ramo necesita de una industria sólida, competitiva y que esté a la altura de las necesidades del país y en donde se permita la participación de todos.

Es importante, precisó, que la competencia sea pareja y bajo las mismas condiciones. “Hoy se están subiendo a los aviones los que nunca lo habían hecho, por lo que ahora ese servicio no es para un cierto grupo de la sociedad”.

Para mejorar, puntualizó, se debe generar mayor competencia en el transporte de los aeropuertos, revisar la regulación, discutir las fusiones entre aerolíneas, pero sobre todo apoyar decisiones como la de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, en el sentido de que la aerolínea que no pague puntualmente sus derechos no vuela.

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