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• Desde los penales del país se intentan 760 delitos de este tipo cada 24 horas

En México se tienen identificadas a 700 bandas de extorsionadores que operan por medio del uso de teléfonos celulares, 14 de ellas en la Ciudad de México, señaló el diputado Salvador Barajas del Toro, presidente del Comité del Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública.
De acuerdo al Consejo para la Ley y los Derechos Humanos, AC, refirió, hay al menos 240 bandas delincuenciales que tienen sus centros de operación en los distintos penales del país, y cada 24 horas se intentan 760 extorsiones.

Destacó que se emplearon más de 35 mil 600 celulares y de esa cantidad de aparatos telefónicos, 60 por ciento correspondió a celulares del Distrito Federal.

Por ello, Barajas del Toro propondrá se solicite a los titulares de las Secretarías de Gobernación y Hacienda y Crédito Público, así como del Banco de México y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores a intervenir frente a la denominada "extorsión telefónica".

Entre las modalidades más usuales, enfatizó, son: supuesto hijo secuestrado; amenazas de grupos pertenecientes a la delincuencia organizada; hijo detenido en centro comercial por robo; pariente que viene del extranjero y está detenido por autoridades migratorias o aduanales.

Añadió que hay un uso indiscriminado de los directorios telefónicos (se calculan 7 mil llamadas al mes por extorsionador). “La extorsión se ha convertido en una modalidad delictiva que por sus resultados y sus variantes constituye una creciente preocupación para las instituciones responsables de brindar seguridad”.

La Secretaría de Seguridad Pública del D.F., abundó, ha declarado que 90 por ciento de las víctimas son hombres y 10 por ciento mujeres, de ahí que haya solicitado a la Comisión Federal de Telecomunicaciones la cancelación de 3 mil 415 líneas de teléfonos celulares y fijos relacionados con casos de extorsión.

Su auge, dijo, se da en el marco de una creciente y profunda crisis económica, donde esta práctica ilícita comienza a ser denunciada de forma creciente a partir de 2001, cuando a la par del empleo masivo de los teléfonos celulares y a la generalización de los denominados secuestros exprés, se desarrolla la ilícita práctica de extorsiones telefónicas.

“Los delincuentes aprovechan el factor sorpresa y el hecho de que las víctimas poco saben acerca de dónde y cómo se encuentra el familiar sobre el que supuestamente recaerán las consecuencias en caso de no acceder a sus exigencias, intimidando y generando pánico en el núcleo familiar para obtener dinero en forma rápida y segura”, añadió.

De ahí la importancia de que la SHCP, el Banco de México y la CNBV supervisen que las instituciones de banca múltiple en el país y las empresas cuya finalidad es el envío de numerario a través del llamado "servicio de dinero exprés" mantengan un estricto control de las operaciones de pago de recursos e implanten mecanismos que garanticen la seguridad en las operaciones de depósito y cobro de dinero en efectivo.

Además, a la Secretaría de Gobernación le pedirá alertar por medio de anuncios de televisión sobre la naturaleza y las modalidades la extorsión telefónica y las medidas de prevención para afrontar tal ilícito.

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