Viven 13.5 millones de mexicanos en Bosques; son 43 etnias en marginación y pobreza

• Se deforestan 500 mil hectáreas al año: diputado Joel Guerrero
• En tres décadas perderíamos 10 millones de hectáreas: Julia Carabias
• Problema de seguridad nacional: José Sarukhán Kermez

En México, cada año se registra una deforestación promedio de 500 mil hectáreas; además, la participación del sector en la economía se limita al 1.6 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), con tendencia a la baja, aseguró el diputado Joel Guerrero Juárez (PRI), presidente de la Comisión Especial de Atención a Pueblos que Viven en el Bosque.

Durante el foro El Desarrollo Sustentable del Sector Forestal en México, el legislador dijo que nuestro país produce siete millones de metros cúbicos de madera y se comercia de manera ilegal una cantidad igual.

“Por otra parte, el consumo nacional se ubica en 21 millones de metros cúbicos, es decir, se importan alrededor de 14 millones, sin contar con la madera ilegal”.

Ante ello, continuó, la política forestal debe ser prioritaria para el Poder Legislativo; debemos destinarle un mayor porcentaje presupuestario, a fin de aumentar la producción y, al mismo tiempo, detener la deforestación.

Detalló que de acuerdo con el inventario nacional forestal, la superficie arbórea de México es de 141.7 millones de hectáreas, de las cuales 30.4 son de bosque y 26.4 de selvas. Las áreas forestales están habitadas por 13.5 millones de personas; predominan 23 mil 111 ejidos y comunidades, con presencia de 43 etnias, éstas viven en altos índices de marginación y pobreza.

Guerrero Juárez precisó que coadyuvarán en el mejoramiento de las condiciones de los pueblos que viven en los bosques y selvas, a través de modernizar las reglas de operación; así la gente accederá de manera más ágil, oportuna y transparente a los recursos de los diferentes programas.

“Los 13.5 millones de mexicanos que viven en esas regiones son propietarios del 80 por ciento de los recursos forestales del país. Ellos producen un gran porcentaje de la madera que se comercializa, por lo que creemos que una de las soluciones para revertir la pérdida de nuestros bosques es proporcionarles los medios suficientes para generar un manejo sustentable”.

Agregó que a través de la declaración de zonas naturales protegidas se ha logrado preservar importantes áreas forestales; “estamos ciertos que mediante una explotación sustentable de estos recursos es posible, incluso, que los dueños de los bosques puedan ayudar a su conservación”.

En su oportunidad, Julia Carabias Lillo, investigadora de la Facultad de Ciencias de la UNAM, señaló que en México se encuentra el 11 por ciento de la diversidad vegetal total del planeta, por lo que hizo un llamado a orientar políticas públicas que ayuden en su conservación.

Destacó que el cambio de uso de suelo y la deforestación por prácticas agropecuarias han generado que más de 400 mil hectáreas sean deforestadas cada año. “De continuar con ese ritmo de devastación, en menos de tres décadas habremos perdido alrededor de 10 millones de hectáreas”.
Manifestó que mientras no se coordinen políticas productivas de conservación, manejo y restauración de los ecosistemas naturales no se podrá revertir esa situación.

“Todavía las instituciones trabajan de manera descoordinada, no existe una política única de desarrollo rural sustentable que actúe y convine esfuerzos para garantizar que los programas relacionados con el sector se concreten”.

La investigadora propuso ajustar las reglas de operación para garantizar que cada programa tenga sustentabilidad ambiental y llegue al campo en el menor tiempo posible.

A su vez, el Coordinador de la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), José Sarukhán Kermez, refirió que en caso de perder el capital económico natural que ofrecen los recursos forestales, el país enfrentaría un problema de seguridad nacional.

Advirtió que de no cuidarse los bosques y selvas se corre el riesgo de vivir una situación similar a la que actualmente existe con el petróleo. “Con la diferencia de que no hay forma de sustituir la captación de recursos por la explotación de ese sector”.

Argumentó que la gente de esas regiones no tiene otra forma de subsistir, por lo que se deben manejar y cuidar los recursos en coordinación, a fin de preservar su medio de vida. “El 20 por ciento de la población más pobre vive en esas zonas”.

-- ooOoo --