• Participan en foro inaugurado por el rector de la UNAM, José Narro, en la Facultad de Medicina

Diputados de PAN, PRD, PRI y NA coincidieron en la necesidad de ampliar los recursos presupuestales para las universidades e implementar una política de Estado de largo plazo que permita una profunda reforma educativa.

Al inaugurar el Segundo Foro Parlamentario Sobre Educación Media Superior y Superior, Ciencia y Tecnología e Innovación, el rector de la Universidad Nacional Autónoma de México, José Narro Robles, reconoció que hay un rezago muy marcado en la educación, pues existen seis millones de personas que no saben leer ni escribir.

Señaló que países en América Latina tienen dos o dos y media veces la cobertura de educación superior de México. “Sólo en la universidad de Sao Paulo, Brasil, se forma el mismo número de estudiantes en el doctorado, que en nuestro país”.

Dijo que la meta presupuestal y de cobertura fijada para los próximos años al nivel medio superior y superior, “es extraordinariamente modesta y muchos no vamos a esperar esos años para poder tener lo que hoy otras naciones ya tienen”.

Refirió que hace unos días el país perdió la décima parte de sus reservas internacionales y se compraron más de 11 mil millones de dólares, “nosotros les pedimos sólo una pequeña fracción de esas cantidades; tienen la decisión, pueden hacerlo votando a favor de la educación, de la ciencia, la cultura y del desarrollo”.

En el evento, realizado en la Facultad de Medicina de la Máxima Casa de Estudios, el presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, Javier González Garza (PRD), mencionó que México es el país que menos crecimiento tiene en América Latina.

“En el concierto de las naciones, estamos retrocediendo, tomen el índice que quieran –excepto el del narco y la inseguridad—, vamos para atrás en educación, ciencia, competitividad”.

Llamó a la responsabilidad de todos para llegar a acuerdos y destinar el uno por ciento del PIB en este sexenio a la inversión educativa.

A su vez, Rodolfo Tuirán Gutiérrez, subsecretario de Educación Superior de la SEP, advirtió que “es tal el rezago que, aun si hiciéramos lo correcto, tardaríamos al menos 22 años en equipararnos con los niveles actuales de cobertura como en Argentina”, enfatizó.

Si se amplía la oferta de educación superior a 30 por ciento en 2012, consideró, México se colocaría en el camino para lograr una cobertura de 45 por ciento en 2020 y de 60 por ciento en 2030.

Para constituir una red de universidades de clase mundial, aseveró, se debe fortalecer su capacidad de gestión y garantizar su financiamiento adecuado.

“Además, se requieren mayores aportaciones de los gobiernos estatales y diseñar estrategias oportunas que permitan acrecentar los ingresos propios”, indicó.

La Cámara de Diputados ha comprendido la importancia del problema del financiamiento e introdujo ajustes para superar inequidades e insuficiencias. Los recursos aprobados en los últimos dos años han fortalecido las universidades públicas.

En su oportunidad, el diputado Tonatiuh Bravo Padilla (PRD), presidente de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, llamó a aprobar la reforma constitucional para hacer obligatoria la educación media superior de manera paulatina y alcanzar, en cinco o seis años, el 66 por ciento en cobertura de 30 por ciento en lo que se refiere a educación superior.

Resaltó la importancia de brindar atención a las nuevas generaciones que demandarán este servicio en los próximos años. “Un joven de entre 14 y 18 de edad, sin oportunidades de estudio, tiene un futuro de exclusión, íntimamente ligado al tema de descomposición que enfrenta el país”.

Destacó que es necesario lograr una política que abarque todo el sistema educativo público, que le dé coherencia e impulso.

La diputada Silvia Luna Rodríguez (NA), presidenta de la Comisión de Ciencia y Tecnología, reconoció que México ocupa el penúltimo lugar en ciencia y tecnología en los países de la OCDE al destinar un presupuesto insuficiente al sector. “Cuando en la mayoría es de 2.26 por ciento del PIB, nosotros apenas llegamos al punto cuatro por ciento del gasto federal”.

No existe un apoyo decidido a estos sectores y la falta de inversión cancela oportunidades para los científicos. Urge abrir parques tecnológicos, nuevas áreas de investigación en los centros públicos y generar una vinculación entre la generación del conocimiento y el sector productivo, subrayó.

Son escasas las oportunidades para los egresados en el país, pues uno de cada 15 con licenciatura, uno de cada cinco con maestría y uno de cada tres doctores se establece en el extranjero.

Se pronunció por destinar una mayor inversión para resolver los problemas de la economía real, pues “de no avanzar en esto, el ciclo de desempleo, pobreza y violencia social, puede repetirse de manera indefinida”.

La diputada Laura Angélica Rojas Hernández (PAN), presidenta de la Comisión de Atención a Grupos Vulnerables, externó la necesidad de implementar una reforma integral para garantizar el acceso a educación a personas con discapacidad, VIH, indígenas, inmigrantes y mejorar los niveles de tolerancia.

El diputado Arnoldo Ochoa González (PRI), secretario de la Comisión de Educación Pública y Servicios Educativos, afirmó que “de seguir con la política educativa actual no podremos ser competitivos”.

Propuso crear un grupo de trabajo con el Ejecutivo, Legislativo, universidades y la ANUIES, para analizar una reforma educativa “que nos ponga en sintonía con los cambios del mundo actual y llevemos a nuestro país a una profunda transformación”.

A su vez, Rafael López Castañares, secretario ejecutivo de la Asociación Nacional de Universidades e Instituciones de Educación Superior (ANUIES), coincidió en la necesidad de una política de Estado de largo aliento para garantizar el financiamiento suficiente de educación superior, ciencia y tecnología.

Enseguida, Juan Pedro Laclette San Román, coordinador general del Foro Consultivo Científico y Tecnológico, planteó que se requiere un plan de inversión pública que dé certeza a estos niveles de instrucción.

El financiamiento “no ha sido suficiente por lo menos en los últimos 25 años”; la educación es de orientación memorista y no orientada al pensamiento racional; la vinculación entre instituciones de investigación e industria es muy pobre y, además, no hay un sistema científico-tecnológico mexicano.

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