• Violencia, drogas y pobreza, factores de incidencia
El índice de enfermos mentales en México podría incrementarse debido a problemas como la pobreza, violencia, el aumento en el consumo de drogas y el envejecimiento de la población, advirtió Armando Anaya Segura, jefe de Salud Mental del hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional.

Durante el foro Prevención y atención de la salud mental, organizado por el Centro de Estudios Sociales y de Opinión Pública (CESOP), el funcionario agregó que enfermedades mentales como el déficit de atención pueden generar trastornos antisociales donde el enfermo es susceptible de delinquir, asesinar, violar y defraudar.

Al respecto, la diputada Aurora Cervantes Rodríguez, coorganizadora del evento, consideró que “el síntoma más notorio sobre el incremento de estos padecimientos es la ola de violencia que azota al país”.

Agregó que es posible prevenirlos, pero que el Estado niega su existencia y no hay tratamientos ni normas para su atención y prevención.

En tanto, Anaya Segura mencionó que desde 2003 no se realizan estudios cuantitativos sobre salud mental y que de acuerdo a la Encuesta Nacional sobre la Prevalencia de Trastornos Mentales, llevada a cabo en ese año, uno de cada cinco individuos presentaba un padecimiento de este tipo en algún momento de su vida.
Dijo que los resultados del estudio arrojaron que el trastorno de pánico (17.1 por ciento) fue el diagnóstico que generó más uso de servicios especializados.

Agregó que es necesario atender estos padecimientos porque no sólo son el origen de conflictos familiares, sino sociales.

“Si analizamos y le damos seguimiento a un grupo de adolescentes que presentaron déficit de atención podemos encontrar que el 43 por ciento de ellos puede cometer actos antisociales; el 27 por ciento, asaltos; el 21, vandalismo; y 12 por ciento puede presentar conducta desordenada; los datos dan muestra de lo preocupante de la situación”, subrayó.

Asimismo, Armando Anaya Segura destacó que cuatro de las diez enfermedades neuropsiquiátricas más discapacitantes son: esquizofrenia, depresión, obsesión compulsiva y alcoholismo.

Es necesario incrementar las acciones preventivas a través de la psicoeducación, establecer más y mejores unidades de atención, acrecentar la preparación de médicos, así como difundir información científica para evitar desorientación y soluciones mágicas.

En tanto, la diputada Aurora Cervantes Rodríguez destacó que de acuerdo a la Constitución toda persona tiene derecho a la protección de la salud, no sólo física sino mental. “Una persona sana no delinque, ni mata, ni vende drogas. Una persona con salud mental suficientemente buena no será psicópata”.

Por ello, propuso reformar la Ley General de Salud para que las secretarías de Salud, de Educación Pública, el Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia, el Instituto Nacional de Psiquiatría, el Consejo Nacional para las Adicciones y los gobiernos estatales se coordinen para la prevención de las enfermedades mentales.
Además, de que las acciones que lleve a cabo el Estado tomen en consideración factores biogenéticos, sociales, culturales, económicos, de género, migratorios, entre otros.

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