• Fundamental, un genuino Estado laico: Moisés Dagdug Lützow

Es necesario revisar y actualizar los cambios realizados a la Constitución Política hace más de 20 años para mejorar el marco legal y garantizar de manera absoluta la libertad religiosa, advirtió el diputado Héctor Larios Córdova, coordinador del grupo parlamentario del PAN.

Al inaugurar el foro “Libertad religiosa y Estado laico en una democracia plural”, el legislador refirió que hace más de 20 años hubo una legislatura que fue capaz de cambiar el artículo 130 constitucional para adecuarlo a la libertad religiosa.

Consideró que la existencia de las religiones en el mundo tiene una liga muy fuerte con la de los valores. “El valor del respeto a la vida y la familia no podrían tener todo el sustento sin la existencia de las religiones”.

Larios Córdova manifestó su deseo porque los frutos de la reunión se conviertan en cambios legales para beneficio de México y sus valores.

El diputado perredista Moisés Dagdug Lützow afirmó que un elemento esencial del Estado laico es el establecimiento de condiciones que aseguren un trato igualitario a los seres humanos de diferentes religiones y convicciones.

Es conveniente, dijo, recordar los cuatro pilares fundamentales de un genuino Estado laico: “la separación del Estado y las iglesias, el principio de igualdad jurídica ante la ley, la libertad de creencias y la educación laica. Éste es el Estado laico que queremos siga vigente, el que defendemos con convicción y firmeza”.

Agregó que hoy en día la existencia del Estado laico es una exigencia de las sociedades modernas y democráticas, hay una creciente diversidad religiosa y moral en el seno de las sociedades actuales.

En tanto, el legislador Emilio Flores Domínguez (PAN) destacó que se debe trabajar en ensanchar la democracia y los derechos de los mexicanos y uno de ellos es la libertad religiosa.

Demandó que los funcionarios públicos de los tres órdenes de gobierno acaten la ordenanza del artículo 24 constitucional; “que coadyuven a la construcción de un México justo, libre y a consolidar un Estado mexicano laico y respetuoso”.

Expresó que se entiende al laicismo como una relación de respeto Estado-Iglesia, “donde el Estado brinde y garantice la vida de todas las iglesias dando condiciones de igualdad para su desarrollo y crecimiento”.

El subsecretario de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, Salvador Beltrán del Río Madrid, subrayó que la laicidad reclama que no se confunda los planos de lo secular y lo religioso, “que haya entre el Estado y la Iglesia un mutuo respeto de su autonomía”.

Comentó que el Estado no se puede concebir como un sujeto creyente, por tanto, no debe coaccionar, ni sustituir a la persona en los actos de fe, ni los poderes públicos estar orientados en una finalidad religiosa.

Añadió que lo propio debe ocurrir en las iglesias, “no indicar cuál es el ordenamiento jurídico social que debe preferir, que corresponde a los ciudadanos decidir libremente”.

Rubén Ruiz Guerra, investigador académico de la UNAM, enfatizó que las normas que rigen a una sociedad tienen que ser independientes de las de la Iglesia.

Aclaró que todavía existen algunos elementos sobre los que se tiene que avanzar y discutir como: los derechos políticos de los ministros, la educación religiosa en las instituciones públicas, el manejo de recursos públicos para el sostenimiento de las actividades de corte religioso y el manejo de medios electrónicos de comunicación.

El superintendente general del Concilio Nacional de las Asambleas de Dios, Daniel de los Reyes, precisó que es esencial cuando se habla de libertad religiosa, Estado laico y democracia plural, hacer énfasis en la libertad de creencias, sin embargo, es difícil, “porque se quiere respeto a lo que se cree pero se es intolerante con lo que creen los demás”.

Subrayó que el laicismo puro sería que el Estado no imponga ningún credo o religión, así como que las religiones no tiendan a gobernar tomando el papel del Estado.

El presidente Nacional e Internacional de la Confraternidad de Iglesias Cristianas Evangélicas (Confraternice), Arturo Farela Gutiérrez, refirió que es lamentable que en pleno siglo XX se destierre en algunas zonas indígenas a los cristianos evangélicos por ejercer esta religión.

Solicitó que el Legislativo conjuntamente con el Ejecutivo Federal y los gobiernos locales o municipales efectúe programas culturales intensos en las zonas indígenas para la difusión de la tolerancia y el respeto a los derechos humanos y la libertad religiosa.

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