• Ya se perdieron dos plantas armadoras en México que generaban 35 mil fuentes laborales cada una.

Ante la severa crisis que enfrenta la industria automotriz, la Comisión de Hacienda y Crédito Público de la Cámara de Diputados anunció que buscará coadyuvar con el Ejecutivo federal para reactivar el mercado interno y evitar la pérdida de cientos de miles de fuentes de empleo.

En primer lugar, dijo el presidente de este órgano legislativo, Jorge Estefan Chidiac, se conformará un grupo de trabajo que tendrá como tarea reunirse con los diferentes sectores que inciden alrededor de esta industria.

Además, buscarán efectuar mesas de trabajo en la que participen los propios industriales, las secretarías de Hacienda y la de Economía, los importadores de autos usados y nuevos, así como gobernadores, presidentes municipales y organizaciones campesinas para analizar la situación de sector automotriz.

El presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz, Eduardo Solís Sánchez, expuso ante la Comisión de Hacienda que este sector atraviesa una de sus peores crisis en los últimos 50 años.

Para darse una idea, dijo, Estados Unidos llegó a comprar alrededor de 17 millones de vehículos anuales, sin embargo, para este 2009 la adquisición podría caer a 10 millones.

“La situación que tenemos es crítica. Como efecto de esta crisis, en enero de este año tuvimos una caída en la producción del 51 por ciento, lo que ha tenido un impacto económico negativo en todos los sectores a nivel nacional”, aseguró.

Mencionó que ello ha puesto en riesgo la estabilidad de las fuentes de empleo, donde por cada uno de los empleos formales de la industria automotriz hay cinco de forma indirecta.

Incluso, dijo, como resultado de la aguda crisis que enfrenta esta industria, se han perdido dos plantas armadoras que generaban, cada una, cerca de 35 mil empleos.

Actualmente, abundó, la industria automotriz genera más de un millón de empleos directos formales; cuenta con 12 armadoras y una presencia de fabricación de partes y componente en 26 estados, con una red de más de mil 400 distribuidores.

El presidente de la AMIA señaló que a la caída en la demanda mundial de vehículos se suma el grave problema de liquidez que tiene la industria.

“Derivado de la crisis de confianza que hay en el sector a nivel internacional, la banca comercial en México le retiró a la industria automotriz, tres mil millones de dólares, lo que abrió un enorme hueco en el fondeo”.

Dijo que a diferencia de otros países, donde los gobiernos han intervenido de forma directa para salir de esto que en economía se llama trampa de liquidez, en México no se ha logrado acceder a los créditos que otorgan las grandes financieras nacionales.

“En Brasil, el propio presidente de ese país puso a disposición dos paquetes de créditos a las financieras automotrices por un total de 4 mil millones de dólares. En Argentina ocurrió lo mimo con un paquete de 900 millones y en China mil 450 millones”.

En contraste, subrayó, en México no hemos logrado acceder ni siquiera a un paquete de 50 millones de dólares en las grandes financieras. “Tenemos una necesidad inmediata de 3 mil millones de dólares y por supuesto que lo hemos planteado a la Presidencia de la República, a la Secretaría de Hacienda y al Congreso, pero no hemos tenido respuesta a este problema. Hay que dejar claro que no es dinero gratuito, lo que necesitamos es que nos acerquen el crédito”.

Solís Sánchez refirió que la debilidad del mercado nacional tiene más de cinco años y que ello está directamente relacionado con la entrada de autos usados a nuestro país, que en los últimos cuatro años exceden los 4.3 millones.

“Son vehículos chatarra, es basura que ingresa al país por 20 mil pesos la unidad, en un claro engaño al consumidor, ya que el 75 por ciento de esos 4.3 millones de vehículos usados están prácticamente parados ya que sale más caro arreglarlos”.

“No estamos en contra de la importación de vehículos, es más, el TLCAN ha sido responsable, en mucho, de nuestro éxito, pero el problema es que le abrimos la puerta a los automotores que en Estados Unidos van directamente a reciclaje”.

En este sentido, urgió a los legisladores a buscar mecanismos que permitan reactivar el mercado nacional; propuso la deducibilidad al cien por ciento para automóviles de más de 350 mil pesos; eliminar temporalmente el Impuesto Sobre Automóviles Nuevos (ISAN), así como la tenencia.

“También les solicitamos revisar el IETU, ISR e IVA, pero lo más importante que le pedimos al Congreso es que no promueva ante el Ejecutivo los cambios al decreto sobre la importación de autos usados”.

Al respecto, el diputado Samuel Aguilar Solís (PRI) dijo que este asunto debe ser revisado a profundidad y evitar que tenga un uso político-electoral, sobre todo, porque es imperativo proteger las fuentes de empleo.
En este mismo tenor se pronunciaron los también legisladores del PRI, Mariano González Zarur, Ismael Ordaz Jiménez, Yerico Abramo Masso y Horacio Garza Garza, este último fue quien impulsó la propuesta de integrar un grupo de trabajo e implementar mesas de diálogo con los distintos sectores que se relacionan directa e indirectamente con la industria automotriz.

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