Es fundamental normar y regular los espacios culturales para propiciar la visita de turismo a las diversas zonas que con estas características patrimoniales e históricas hay en la República, afirmó el diputado José Alfonso Suárez del Real y Aguilera, secretario de la Comisión de Cultura.
En el marco del foro “Turismo cultural: marco jurídico y ético”, el legislador señaló que se ha dado al turismo una imagen de actividad generadora de recursos; sin embargo, se puede constatar que la cultura y turismo siempre han ido de la mano. Por ello, son necesarias reglas puntuales para fomentar los espacios culturales.

Precisó que la Carta de la Ética en Turismo dice de manera puntual que el patrimonio cultural no debe ser considerado un simple recurso económico y su disfrute no debe ser considerado el uso de un objeto de consumo.

Mencionó que de acuerdo con el Código de Ética del Turismo Cultural se deben preservar los sitios de patrimonio cultural anticipando la construcción de equipos ligados a un desarrollo excesivo dentro de los destinos de turismo cultural y de implementar medidas para prevenir que este desarrollo excesivo dañe y cause efectos nocivos al propio concepto de turismo cultural.

Destacó que la importancia del turismo cultural es el conocimiento de monumentos, sitios históricos, artísticos, que contribuyen a satisfacer el interés.

En su intervención, el director de Turismo Cultural del Instituto Nacional de Antropología e Historia, René Rivera, comentó que el turismo cultural es una alternativa de difusión del patrimonio.

Mencionó que de turismo internacional llegan al país alrededor de 21 millones de turistas y de turismo doméstico el 33 por ciento de los mexicanos salen de vacaciones. Precisó que hay dos tipos de turistas culturales, uno los que se mueven específicamente motivados por un viaje de conocimiento, y el otro es el que tiene un acercamiento ocasional a la cultura. El turista ocasional llega hasta el 50 por ciento. Lo otros son menos del 6 por ciento.

Explicó que el turismo cultural se puede desarrollar con fomentar la oferta turística en México, “reconocer que esta modalidad de turismo puede ser un detonador de desarrollo regional”.

El turismo genera un millón 900 mil empleos y tiene la capacidad de generar trabajos en segmentos donde hay pocas posibilidades para incorporarse a una actividad económica, afirmó.

“Es importante que a través del turismo se tenga un nuevo vehículo de difusión del patrimonio cultural. El reto es cómo hacer para que los bienes culturales se puedan convertir en un disfrute para la población sin alterar su esencia”, finalizó.

En tanto, Ernesto Piedras, economista del ITAM, indicó que la cultura genera empleo en casi de 4 puntos porcentuales: “Todos los que trabajamos en el país, tenemos directa o indirectamente que ver con la cultura”.

Aseguró que no existe otro sector en la vida nacional que tenga simultáneamente los dos elementos que son integrales para el desarrollo: bienestar social y crecimiento económico.

Existen sitios arqueológicos sin poder revelar porque no existen los recursos suficientes, “tenemos el recurso de mucho orgullo y de impacto multidimensionales”, dijo.

Añadió que “convendría un periodo de cierta irreverencia, de bajar del pedestal a la cultura y ayudarla a que se articule mejor su trabajo más allá de lo meramente ornamental. Tenemos que seguir fortaleciendo esta vinculación, darle ese carácter de transversalidad, integralidad a la cultura”.

Por su parte, Jorge Antonio Sánchez Cordero, doctor en derecho, dijo que no se puede aceptar que la expansión turística se haga violentando el mejor interés cultural.

Los monumentos culturales se han convertido en vehículos de comunicación. El turismo ha cambiado la narrativa cultural del país y las formas de la intimidad cultural, aseveró.

Pedro Paz Arellano, maestro en antropología, señaló que el desarrollo arqueológico es el detonador del avance económico, su producción es la que convoca al interés del visitante, se acumula con los nuevos estudios, crece con las explicaciones científicas de sitios y se diversifica con la investigación que enlaza los sentidos, la razón y emoción del visitante.

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