Al emitir posicionamientos sobre la participación de México en la cumbre del grupo de los 20 (G-20) a celebrarse los días 2 y 3 de abril en Londres, Inglaterra, diputados del PAN, PRI, PVEM y Nueva Alianza se pronunciaron porque se asuma una postura destacada en las estrategias para hacer frente a la crisis mundial, que permita un mejor sistema financiero internacional regulado y supervisado.

En tanto, legisladores del PRD, Convergencia y PT, cuestionaron la participación del titular del Gobierno mexicano, puesto que consideran que México acude como una de las peores economías y en donde su modelo económico no está funcionando.

En las intervenciones, la diputada Susana Carrasco Cárdenas (PAN) precisó que la participación de México en la cumbre del G-20 significa una gran oportunidad para discutir y deliberar en conjunto, y para paliar los graves efectos de la crisis global. “Es oportuno acudir a la cumbre a cumplir con una agenda propositiva”.

Se trata, expresó, de un momento importante para la definición multilateral de estrategias comunes, hacia la complejidad de los mercados financieros, su protección y el papel que jugarán las instituciones financieras internacionales.

El Gobierno mexicano, abundó, debe, sin duda alguna, ser parte de las estrategias para combatir el problema. “Mucho se ha dicho que esta crisis por la que atravesamos daña en mayor medida a las familias de menores ingresos. Es por ello que no podemos quedarnos de brazos cruzados y quedarnos a nuestra suerte mientras los demás países acuerdan sistemas de protección y fortalecimiento a las finanzas y las economías”.

Por el PRD, Juan Nicasio Guerra Ochoa dijo que en la reunión del G-20 no está claro cuál es la agenda del país, pues por años se ha padecido una regulación y un tutelaje del Fondo Monetario Internacional, donde los secretarios de Hacienda antes de ser avalados en México son aprobados por organismos internacionales. “Van y hacen su diplomado en el FMI, ocupan alguna posición y luego son las mejores autoridades financieras para este país”.

Cuestionó: “A qué va el titular del Ejecutivo, si no es a dar pena ajena. Quisieran que la crisis fuera solamente un mal sueño, una pesadilla y mañana se despiertan y México sigue siendo el país dependiente y subordinado al FMI y que Estados Unidos nos salve”.

Sigue la cultura, abundó, en el gobierno de a ver quién los salva, porque no tienen ni idea, ni rumbo, ni propósito. “Todavía no sabemos a qué va el señor Calderón, cuáles son sus propuestas, que no sea a dar pena ajena de ir a pedir prestado e implorar apoyo para que nos salven las petroleras británicas”.

El diputado Enrique Cárdenas del Avellano (PRI) señaló que la participación de México en esta reunión de G-20, debe impulsar la redistribución del poder en las instituciones financieras, surgidas de Bretton Woods como del Fondo Monetario Internacional o del Banco Mundial, o en las instituciones más modernas como el Foro para la Estabilidad Financiera, para que los países emergentes dispongan de una representación más con su peso e influencia en la economía mundial.

“Nuestra postura es que México, en la política de Estado y donde estemos involucrados los Poderes de la Unión, asuma la emergencia de construir un sistema financiero mejor regulado y supervisado, y donde el apalancamiento se atenga a los límites”.

Puntualizó que la cumbre del G-20 representa la gran oportunidad para que el país asuma una postura destacada, pues la agenda plantea el fortalecimiento de la transparencia y de la regulación, la cooperación internacional y mercados financieros, así como reformas al Banco Mundial y los bancos regionales de desarrollo.

Alejandro Chanona Burguete (Convergencia) precisó que a esta cumbre México acude como una de las peores economías que se encontrarán en Londres. “Por qué digo que es una de las menos preparadas y de las peores economías, por el deterioro de las condiciones de vida de los mexicanos; es una de las sociedades más desiguales y excluyentes de todos los países del G-20”.

Mencionó que para los países del G-20 la reconstrucción de los mercados internos, la protección de la planta productiva y la defensa de los empleos son prioridades en todos lados, menos en México. “La apuesta aquí es tomar medidas de carácter electorero en lugar de cambios de fondo”.

Qué se puede esperar de la reunión, se cuestionó, tal vez la toma de conciencia de que es necesario un cambio de paradigma Estado-mercado, por uno en el que la regulación a favor de la protección a los ciudadanos sea lo más importante.

El diputado Manuel Salvador Salgado Amador (PVEM) expresó que en esta reunión los países desarrollados y emergentes replantearán los problemas que las naciones enfrentan con la crisis y las soluciones sobre el modelo económico que se sigue, pero lo que no se ha dicho, es que la reunión del G-20 sólo será importante para obtener más recursos para el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Se manifestó para que dentro del llamado a la unidad que los Estados Unidos ha puesto en la mesa se consensen grandes políticas de estímulo a la innovación, de recompensa a la investigación y de prioridad a las altas tecnologías.

“Es momento de reconocer que el modelo económico no está funcionando bien, que las instituciones, si bien están debilitadas, prosiguen con su agenda neoliberal, y si al margen de esto nos prometen un crecimiento debemos recordar que los pueblos y gobiernos desean un cambio real y no vamos a contentarnos con promesas del futuro”.

Por el PT, María Mercedes Maciel Ortiz señaló que la actual crisis representa la fase terminal de la moralidad neoliberal de las finanzas, y por lo tanto requiere una solución global e integral que implicaría cambiar a “ese fracasado, salvaje y esclavista sistema económico”.

El cambio, abundó, tiene que ser a partir de modificar la relación entre el Estado y el mercado, porque este último no resolvió los problemas estructurales de la economía y consolidó más pobreza y desigualdad social.

También, mencionó, se debe cambiar la relación entre el sistema financiero y las empresas, para que las instituciones de crédito se aboquen a financiar a la producción a partir de requisitos que el Estado les imponga y así evitar que se dediquen a la especulación.

En su oportunidad, el diputado Jacinto Gómez Pasilla (Nueva Alianza) expresó que en la búsqueda de soluciones para enfrentar la crisis, es de enorme relevancia la participación de las economías emergentes como México, sobre todo, porque son más vulnerables a la caída de las desarrollados.

Es importante esta reunión, dijo, porque los países que integran el G-20, más España y Holanda, representan el 85 por ciento del Producto Interno Bruto mundial. “Lo que hagan y dejen de hacer depende entre otras cosas millones de puestos de trabajo en todo el mundo”.

México, añadió, asiste con la obligación de exigir una mayor representatividad en las discusiones y decisiones sobre la reforma de la estructura financiera internacional. “Es esencial que nuestro país participe en el debate de cómo responder a la crisis; llevamos años reclamando más representatividad en los organismos financieros internacionales”.

-- ooOoo --