Al clausurar el II Foro Nacional de Discusión sobre el Proceso de la Revolución Mexicana, el presidente de la Comisión Especial Apoyo a los Festejos del Bicentenario de la Independencia y del Centenario de la Revolución de la Cámara de Diputados, Francisco Antonio Fraile García, dijo que existen temas pendientes en materia agraria, derechos civiles, participación ciudadana y forma de gobierno, a los cuales hay que encontrar nuevos caminos, no rompimientos.

El foro permitió entender y conocer más al México moderno, el cual no existiría sin el grito de Dolores ni el movimiento de la Revolución Mexicana, “y de un hoy en el que tenemos que cambiar muchísimas cosas”. En este sentido, señaló que existen diversas iniciativas en materia de referéndum y plebiscito.

En su oportunidad, Luis Barrón Córdova, del Centro de Investigaciones y Docencia Económica (CIDE) afirmó que es indispensable regresar a los ciudadanos la facultad exclusiva de determinar y cambiar su forma de gobierno para que la transición democrática avance. “Ésta es la cuestión política más importante para México en la actualidad”.

Durante su participación, indicó que dadas las imperfecciones del sistema electoral mexicano, quienes tienen cargos de elección popular representan los intereses de los partidos políticos, por ello es necesario limitar los poderes del Constituyente para convertirlo en un verdadero órgano reformador.

Puntualizó que la celebración de los centenarios es una oportunidad inmejorable para imaginar un México mejor, más justo y democrático, “encontrar puntos en común que nos den cohesión como sociedad, porque el tránsito a la democracia nos ha polarizado”.

Enseguida, María del Refugio González Domínguez, directora del Centro Nacional de Derechos Humanos de la Comisión Nacional de Derechos Humanos, afirmó que la sociedad mexicana, después de la Revolución, no logró acabar con la desigualdad social. “La situación de antes de 1910, en los índices de pobreza, era un poquito superior a los que son después del 2000.

Dijo que 15 millones de mexicanos han sido obligados a emigrar en busca de trabajo y sustento para sus familias, lo cual no sucedía antes de 1910; además, en el Porfiriato no había la inseguridad de hoy.

A su vez, Ilán-Semo Gromán, investigador de la Universidad Iberoamericana, indicó que en la Constitución no existe un mecanismo legal con el que la ciudadanía tenga la posibilidad de revisar funciones y cargos de sus representantes y gobernantes y someter a prueba a la clase política.

Participó también Guadalupe Villa Guerrero, del Instituto Mora, con el tema “Durango entre dos Constituciones 1858-1917”. Comentó que el sistema de tenencia de la tierra hará crisis, por su apertura a la inversión extranjera.

Anna Ribera Carbó, del Instituto Nacional de Antropología e Historia, mencionó que los zapatistas no tuvieron una visión clara respecto a la conformación de un Estado nacional, por lo cual la revolución del sur estaba condenada a la derrota.

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