El actual sistema económico nacional se encuentra en grave deterioro, al igual que el jurídico, que desde hace muchos años tiende al autoritarismo y a la violación permanente de los preceptos constitucionales, afirmó el Diputado Alfredo Ríos Camarena, presidente del Comité del Centro de Estudios de Derecho e Investigaciones Parlamentarias (CEDIP).

Durante la mesa redonda Dictadura Sanitaria, que se realizó en las instalaciones de San Lázaro, el legislador señaló que durante la contingencia por la propagación del virus A/H1N1 se violó la Constitución.

Explicó que dentro de la democracia la única dictadura permisible es la sanitaria, porque da un régimen de excepción, “efectivamente produce un régimen de excepción, un régimen de emergencia, pero hay una predisposición histórica desde la época precolonial al autoritarismo”.

Agregó que: “claro que estamos de acuerdo que se haya actuado ante la influenza; pero por parte del tema jurídico, debemos recordar que existe una Constitución, se nos olvida permanentemente, ya casi ni caso le hacemos, es letra muerta”.

En su oportunidad, Humberto Hernández Haddad, doctor en derecho y consultor jurídico internacional destacó que a partir de esta contingencia el tema sanitario se volvió prioritario para México. “Hemos venido a descubrir qué tan rezagados estamos en la maduración jurídica y reglamentaria de la seguridad sanitaria; descubrimos lo frágil que puede ser el país con el brote de un virus”.

Por lo que pidió al Congreso que mediante el análisis de datos científicos se introduzca en la agenda legislativa, como una medida de trascendencia para la seguridad del país, el estudio de la materia sanitaria y también se exhorte al Ejecutivo avanzar en sus aspectos reglamentarios.

Propuso se explore y desarrolle el concepto de coadyuvancia ciudadana para la seguridad sanitaria de México. “Está visto que las autoridades en sus tres niveles de gobierno pueden quedar rebasadas y los tres poderes de la unión pueden quedar paralizados si se desata un problema pandémico”.

El especialista añadió que es necesario instaurar un mecanismo de seguridad sanitaria que incluya a las organizaciones ciudadanas para que la autoridad tenga el respaldo democrático, no autoritario, sin tentaciones autocráticas, “sin riesgos de arbitrariedades, porque hubo en algún momento la posibilidad, el temor, de que el mecanismo constitucional que se accionara fuera el del 29, para suspender garantías”.

La materia sanitaria, continuó, se ha vuelto parte de la seguridad nacional de manera ineludible e inocultable, por eso esta LX Legislatura tuvo un gran acierto, introdujeron el año pasado en la Ley de Seguridad Nacional una adición que consagra al aspecto sanitario como un rubro estratégico.

Hernández Haddad dijo que se requiere trabajar desde el Congreso de la Unión para que la información llegue bien a los ciudadanos, a fin de crear una cultura de higiene, limpieza y prevención de las epidemias.

“Es necesario incorporar al régimen de vida un capítulo específico de información ciudadana, de cómo contribuir cada uno para la seguridad colectiva en materia de control de epidemias”.

Puntualizó que los estudiosos del tema señalan que nuestro país no sólo no podrá crecer en el 2009, sino que dentro de la tendencia ya vaticinada de una contracción se estima que ésta será del 5.9 por ciento del PIB, producto de las secuelas de la emergencia sanitaria.

“Ojalá el Congreso, entre las medidas que aporte, tenga a bien crear el Comité de Científicos de Alto Nivel, que directamente informe sobre cuáles son los datos sobre mutación y recombinación genética”.

Por su parte, Hugo Castro Aranda, presidente de la Comisión de Industrias y Servicios de la Confederación Nacional Campesina, precisó que las medidas tomadas por las autoridades sanitarias fueron las correctas, no obstante, se pudo dar lugar a un grave peligro de orden democrático y político; “que con motivo de cualquier virus se puedan tomar, por parte de dichas autoridades sanitarias, medidas que eviten que ejerzamos uno o varios de nuestros derechos individuales”.

“La seguridad está en la democracia, hay que ir hacia la democracia y si el Consejo de Salubridad General le tiene que pedir permiso al Congreso que se lo pida, porque es mejor pedir permiso que un día amanecer y ver que no sólo estamos enfermos, sino que vivimos en una dictadura”.

A su vez, Raúl Contreras Bustamante, director general de recursos humanos de la Secretaría de Salud, indicó que la LX Legislatura debe dejar en la agenda para la siguiente legislatura el tema de mayor inversión en investigación científica.

Coincidió con los otros especialistas acerca de que el tema sanitario es de seguridad nacional, por lo que estableció que se debe legislar para que en caso de una emergencia exista una regulación sanitaria que oriente respecto de cómo se van a comportar los laboratorios que producen los antivirales.

“Otro elemento fundamental en el que hay que trabajar es en la capacitación del personal médico para emergencias de este tipo; es decir, hacía mucho tiempo que la comunidad médica no tenía que enfrentar de manera coordinada un evento como éste y quedó en evidencia que hace falta que la comunidad médica y científica se dediquen, con recursos suficientes, a capacitar a su personal.

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