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Boletín N°. 0096 Buenas, malas o raras. Las leyes mexicanas de fiscalización superior

El Centro de Estudios de Finanzas Públicas presentó el libro Buenas, malas o raras. Las leyes mexicanas de fiscalización superior, de Aimée Figueroa Neri.

El trabajo se derivó de una investigación de cinco años, tiempo durante el cual se evaluaron mil 600 datos de las leyes que establecían las principales características y competencias de las entidades de fiscalización superior locales.

El libro presenta un análisis de las leyes de fiscalización superior de 2000 a 2009; incluye observaciones a la Reforma Constitucional de mayo de 2008, además de opiniones respecto de la nueva Ley de Fiscalización y Rendición de Cuentas de la federación.

El promedio de calificación de las leyes estatales de fiscalización avanzó de 63 puntos en 2004 a 84 puntos en 2008, que aún no es suficiente para que tengan la calidad adecuada a fin de garantizar una fiscalización eficiente, mencionó la autora.

“Construimos una escala de indicadores de 0 a 100, que son el mínimo y máximo de calidad conforme a los estándares internacionales y a las prácticas federales y estatales para determinar cuáles eran buenas, digamos las leyes que cumplen un mínimo de calidad”.

Otro punto central de la obra es la crítica a la limitada autonomía de la Auditoria Superior de la Federación (ASF), con base en la ley anterior abrogada en el 2000 y su comparación con la actual, en la que se le da una mayor autonomía y capacidad de movimiento.

Figueroa Neri destacó que en su obra se podrán encontrar datos recopilados a través de diversas investigaciones, entre ellas las últimas cinco cuentas públicas nacionales fiscalizadas por la ASF (2002-2007). Además del resarcimiento por 33,717.8 millones de pesos como consecuencia de los daños y perjuicios descubiertos por la Auditoria.
La autora señala que actualmente existen legislaciones locales que no garantizan una elección por mayoría calificada del titular de la Entidad de Fiscalización Superior.

Durante la presentación refirió que las auditorías estatales deberían tener una autonomía similar a la Auditoría Superior de la Federación, ya que a finales del 2008, 11 entidades de fiscalización superior de los estados no contaban con una autonomía mínima.

Aimée Figueroa Neri, abogada e investigadora de la Universidad de Guadalajara, explicó que su estudio tiene como objetivo presentar un diagnóstico y evaluación de la calidad de las leyes de fiscalización.

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