A fin de que el Banco de México (Banxico) promueva actividades productivas con créditos baratos a las micro, pequeñas y medianas empresas, así como a pequeños propietarios del campo, el diputado Pedro Vázquez González (PT) propuso “romper con la autonomía” del banco central y retornarlo a su función de financiar al gobierno federal.

Para que la economía vuelva a crecer, argumentó, se requiere que el Banco de México sea un baluarte del desarrollo e instrumente “una política crediticia blanda”, que incluya tasas de interés bajas y plazos largos en beneficio de las actividades económicas.

Advirtió que la política monetaria no requiere de la autonomía del banco central porque se trata simplemente de administrar la orientación de su crédito neto.

Lo que define la autonomía, dijo, no es esa administración sino la prohibición expresa de que el banco central financie al gobierno; “no es sólo un asunto de política económica, sino de política-política”.

Agregó que “es una mentira que la estabilidad de precios se logra con dicha autonomía” porque el comportamiento de éstos tiene que ver con el crecimiento de la productividad laboral o la baja de la misma.

“Esa lógica corresponde a una situación política específica de hegemonía de poder, romper con esto, significa el primer paso para acabar con la institucionalidad del modelo neoliberal”, señaló.

Por ello, el legislador propuso reformar el párrafo seis del artículo 28 de la Constitución para que el Banxico retome a su función de financiar al gobierno federal.

Refirió que “esta propuesta es respaldada por un considerable número de empresarios que se han manifestado porque regrese el llamado esquema del encaje legal, que plantea que de forma obligatoria los bancos comerciales destinen determinados recursos que captan del público a las actividades productivas para el financiamiento”.

La mayoría de las empresas obtiene financiamiento por la vía de sus proveedores en 61 por ciento, mientras que por financiamiento de la banca comercial reciben el 16.5 por ciento. El encaje legal debe ser determinado por el Banco de México en función de los requerimientos financieros de la economía nacional y del papel del Estado como promotor del desarrollo y rector de la economía, enfatizó.

“México necesita un banco central que promueva todas las actividades productivas con créditos baratos a disposición de productores, particularmente, las micro, pequeñas y medianas empresas, así como ejidales, comunales y pequeños propietarios del campo. Esta promoción debe abarcar también, la construcción de vivienda popular directamente realizada por el gobierno federal”, enfatizó.
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