17-05-2012.- La Comisión Bicamaral del Sistema de Bibliotecas presentó el libro Participación política de la mujer, una evaluación cualitativa de las diputadas en México, a fin de conocer su contribución en los temas trascendentes del país.

El libro detalla que al inicio de la LXI Legislatura de la Cámara de Diputados las mujeres ocuparon el 27.6 por ciento, es decir 138 curules y después descendió a 25.8 por ciento para ser suplidas por un varón, mientras que los porcentajes de representación masculina se encuentran hasta en 79 por ciento.

En cuanto a la presidencia en comisiones, establece que de las 44 ordinarias y 41 especiales, solamente nueve, en cada caso, son representadas por mujeres y una de ellas en copresidencia, es decir, presiden el 20 por ciento de las ordinarias y el 22 por ciento de las especiales y solamente una de las tres bicamarales.

La obra de Monserrat Miranda Becerra y Gabriela López Villeda, coordinada por Solange Márquez Espinoza, detalla que las mujeres encabezan únicamente el 21 por ciento de las 88 comisiones existentes.

Al analizar cada periodo de sesiones correspondiente a la LXI Legislatura, se obtuvo que en cuanto al número de iniciativas y puntos de acuerdo presentados en relación a los temas de agenda prioritaria por parte de los partidos políticos, sólo el 21 por ciento fueron considerados dentro de dichas agendas, de un total de 5 mil, de los cuales sólo 337 fueron presentados por diputadas y 723 por diputados.

El libro subraya que la participación de las mujeres disminuye conforme aumenta la importancia del tema dentro de los grupos parlamentarios, por lo que recomienda que se aliente la creación de redes de colaboración entre mujeres parlamentarias y desarrollar programas de capacitación que promuevan su liderazgo.

Además, destinar mayores recursos para aumentar la participación de la mujer en las esferas de poder, especialmente en el pleno y en las comisiones dictaminadoras de la Cámara de Diputados.

Asimismo, la obra sugiere promover la formación de mujeres jóvenes en preparatorias y universidades para fomentar la participación y el liderazgo femeninos.

La coordinadora del libro, Solange Márquez Espinoza, precisó que se necesita una participación activa y de calidad de las diputadas, sin que se encasillen en temas “femeninos”, dejándolas fuera de asuntos estructurales.

Al referirse a las leyes de cuotas, dijo que son insuficientes y deben considerarse temporales porque no permiten la calidad de la representación.

Por su parte, la coautora Monserrat Miranda Becerra detalló que en los países que ya aplican las leyes de cuotas de género se ha logrado que aumente la participación femenina, sin embargo, la mayoría no alcanza el porcentaje de representación establecido, que obliga a los partidos políticos cubrir con el 30 por ciento de candidatas.

Subrayó que a pesar de que existe un marco internacional que permite dar espacios a la mujer en su participación política y uno jurídico a nivel nacional, no garantiza una auténtica participación en asuntos políticos.

Agregó que hay factores políticos, económicos y sociales que se involucran en la participación política de las mujeres, además de un problema cultural, ya que una vez que entran a un cargo declinan a favor de sus suplentes varones, como fue el caso de las llamadas “juanitas”.

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