02-07-2012.-La presidenta de la Comisión Especial para conocer y dar seguimiento a los feminicidios registrados en México, Teresa del Carmen Incháustegui Romero (PRD), señaló que es necesario impulsar políticas de prevención que protejan la seguridad, libertad e integridad de las mujeres.

Lo anterior, al firmar una carta de intención entre esta Comisión y la Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres, en donde Ana Güezmes, directora regional de ONU-Mujeres, manifestó que 35 mil mujeres han sido asesinadas en México en los últimos 25 años.

La legisladora indicó que con la citada carta se busca fortalecer la colaboración del Poder Legislativo y la ONU. El documento contiene sugerencias de trabajo para la próxima legislatura, señaló.

Precisó que esta carta propone tareas como el modelo de registro de feminicidios y que la alerta de género no solamente se detone cuando ocurren las cosas, sino como una vía de prevención que apunte hacia políticas que propicien la seguridad de las mujeres.

Subrayó que otro tema importante es el Banco Nacional de Datos Genéticos, que permitirá encontrar rápidamente la referencia entre familiares de personas desaparecidas con cuerpos localizados.
Incháustegui Romero destacó la importancia de fortalecer los protocolos “Alba” y “Estambul” con perspectiva de género desde la investigación, porque no se están aplicando. En el caso de Chihuahua, solamente se activa en seis de más de 500 casos de desapariciones que hay anualmente en la entidad.

Mencionó que otro aspecto central es el cumplimiento de la norma 046 sobre violencia familiar y sexual, la cual debe ser aplicada por el sistema de salud para evitar la muerte de mujeres por golpes y lesiones, donde el personal médico está obligado a observarla, no obstante que los niveles de aplicación están por debajo del 30 por ciento.

Ana Güezmes, directora regional de ONU-Mujeres, convocó a desarrollar iniciativas y acelerar la respuesta de los poderes Ejecutivo, Judicial y de la ciudadanía ante este problema “que sólo es la punta del iceberg de un fenómeno mucho más amplio, que es la violencia contra las mujeres y las niñas”.

Indicó que continuará la cooperación para coadyuvar a la creación del Banco Nacional de Datos Genéticos, pues hasta la fecha sólo seis estados tienen laboratorios genéticos forenses.

“Necesitamos un sistema de registro nacional; un mecanismo sistemático para medir y dar continuidad a lo que está pasando con los feminicidios, pero también con la cadena de procuración e impartición de justicia, pues hay muy pocos que llegan a sentencias condenatorias”.

Dijo que hay un marco legislativo, y ahora es tiempo de generar programas con presupuestos públicos, basados en evidencias y existe el desafío de que quienes intervienen en la cadena de justicia conozcan los estándares internacionales de derechos humanos y los apliquen.

Reconoció el trabajo de la Comisión Especial y los avances en materia de armonización, por lo que consideró la importancia de mantenerla en la próxima legislatura, pues es fundamental un espacio parlamentario que permita rendir cuentas.

Nadine Gasman, Directora regional de la Campaña del Secretario de General de la ONU/Únete para poner fin a la violencia contra las mujeres, señaló que la tipificación del feminicidio y el trabajo realizado por esta comisión es ejemplo en la región latinoamericana.

“El tema del feminicidio es una urgencia regional y el ejemplo de la reacción y capacidad de México –aunque no con la velocidad y la aceleración que quisiéramos— para responder a la sentencia del Campo Algodonero, ha sido muy importante”, dijo.

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