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Boletín N°. 1658 Garantizar parto sin violencia obstétrica

• La cesárea innecesaria, principal factor de esta situación, afirman los diputados de MC
• El 80 por ciento de los nacimientos en hospitales privados utilizan ese procedimiento quirúrgico

10-06-2013.- La Comisión de Igualdad de Género analiza una iniciativa que busca reformar las Leyes de General de Salud, y la de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia a fin de garantizar a las mujeres un parto sin violencia obstétrica.

Los diputados Ricardo Mejía Berdeja y Ricardo Monreal Ávila, de Movimiento Ciudadano, promoventes de la iniciativa, señalaron que en México la principal “violencia obstétrica” es la realización de cesáreas innecesarias.

Precisaron que el 80 por ciento de los nacimientos que se llevan a cabo en los hospitales privados, se realizan bajo este procedimiento quirúrgico, generando como causa frecuente la muerte materna por hemorragia, eclampsia y preclampsia.

Este fenómeno, mencionaron, no es ajeno a los hospitales de la Secretaría de Salud, ya que durante los años 2009 al 2011, mantuvieron el índice más bajo de cesáreas 25.6 en promedio en comparación con los hospitales del IMSS y del ISSSTE que registran altos promedios en la práctica de cesáreas, con 51 y 40 por ciento, respectivamente.

Informaron que de acuerdo con el instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), 38.1 por ciento del total de nacimientos suceden mediante cesáreas, por lo que este tipo de práctica es considerada un problema de salud pública.

Subrayaron que en las cesáreas se utilizan sustancias como oxitocina que en grandes cantidades provoca la distensión del cérvix uterino; la anestesia indiscriminadamente y la revisión sistemática de la cavidad uterina postparto, contribuyen a la morbilidad y mortalidad materno-infantil.

Consideraron que la ley establezca como “violencia obstétrica” a todo aquel abuso, negligente y doloso que lleven a cabo los profesionistas, técnicos auxiliares y similares de las diferentes áreas médicas que dañen, denigren y brinden un trato inhumano a la mujer, durante el embarazo, parto, post-parto y puerperio; que tenga como consecuencia la pérdida de autonomía y capacidad de decidir libremente sobre su cuerpo y sexualidad.

Por ello, propusieron modificar los artículos 61 fracción l, 61 bis de la Ley General de Salud, y adicionar la fracción VI recorriendo el subsecuente del artículo 6 de la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, con el objetivo de que se garantice en todo momento un parto humanizado sin violencia y con autonomía reproductiva.

Sostuvieron que el propósito de estas reformas es garantizar el derecho fundamental de toda mujer a recibir una atención prenatal apropiada, así como de los factores emocionales y psicológicos que afectan la compresión e implementación de una apropiada atención prenatal, parto y post-parto.

Destacaron que con las modificaciones permitirán evitar malos tratos durante la atención del embarazo e intervenciones innecesarias, técnicas invasivas, disminuir la tasa de cesáreas, asegurar el apego de la madre al recién nacido y procurar el bienestar emocional de las mujeres a través de un parto humanizado.

Refirieron que todas las mujeres tienen derecho a que sus deseos y opiniones sean escuchadas y respetadas. La situación de abuso y violencia que se ejerce por el personal médico, es favorecida por el miedo y la situación de indefensión de las mujeres cuando están en labor de parto.

La iniciativa señala que durante el período del embarazo la atención médica en muchas ocasiones suele ser una experiencia traumática, plagada de negligencias y abusos por parte del personal médico que la asiste, que violenta de manera sistemática su salud reproductiva y sus derechos humanos.

La violencia obstétrica se puede manifestar en diferentes grados que van desde, el trato paternalista o despectivo, abuso de medicamentos o de intervenciones quirúrgicas, sin que estuvieran justificadas médicamente, prohibición de comer o de beber durante horas.
Estas situaciones muchas veces se creen normales porque se confía en el personal médico, el cual atiende aparentemente de la mejor forma posible; sin embargo, según la Organización Mundial de la Salud (OMS) son contrarias a las evidencias científicas, se enfatiza en la iniciativa.

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